Anticipan un verano muy inestable, con temperaturas y lluvias atípicas

Por el fenómeno de El Niño, que ya está a pleno, se prevé que enero y febrero conserven las características climáticas que se vienen dando desde finales del 2018. Días como el de ayer serán moneda corriente, avisan

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- Hay alerta.

- ¿Otra vez?

- Sí. Hablan de tormenta eléctrica y posible caída de granizo.

- No hay dos días iguales. Increíble.

Diálogos de este tipo, hasta hace poco prácticamente reservados a quienes están ligados al clima por razones laborales, hoy se escuchan casi a diario en cualquier esquina, comercio o casa de la Ciudad.

Se han naturalizado términos como “alerta”. Ya no hace falta aclarar que se está hablando del tiempo. Y es que el clima cambió, el fenómeno del Niño está presente en el subcontinente y, por lo tanto, el verano -muy a pesar de los amantes de esta estación- seguirá como comenzó: altamente inestable, con un collage casi cotidiano de sol, mucho calor y alta humedad, lluvias torrenciales con actividad eléctrica -con o sin granizo-, cielo nublado sin grandes cambios de temperatura, sol otra vez. En otras palabras, la “loca” jornada de ayer fue una muestra cabal del enero-febrero 2019.

Si bien las proyecciones son similares a las del resto del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y de gran parte del país -excepto la Patagonia-, dos expertos platenses contaron a este diario qué verano le espera a la Ciudad y sus alrededores.

“Las previsiones hablan de un verano con temperaturas y precipitaciones superiores al promedio”, confirmó el docente de la carrera de Meteorología que se dicta en el Observatorio del Bosque, Horacio Sarochar.

“Es un verano Niño”, definió. Y allí está la clave del enero y febrero con clima casi tropical que vivirá la Región. “Como en Florida, pero sin el paisaje de Florida”, graficó un vecino conocedor de ese lugar de EEUU, uno de los más afectados por el calentamiento global.

Tan lejos, tan cerca

“Pese a su origen tan lejano tiene una influencia directa”, comentó el profesor universitario sobre el fenómeno del Niño, que desde el norte de Australia e Indonesia llegó hasta la costa de Perú “forzando situaciones de alta temperatura y precipitaciones por encima del promedio en la costa y en el interior del continente”.

En meteorología se los llama forzantes, pues fuerzan (determinan) diversas situaciones climáticas. “En este caso se trata de un cambio en las masas de agua. Masas de agua caliente reemplazan a las frías, y esa temperatura superior a la normal calienta el aire, provoca mayor evaporación y le da mayor energía a la atmósfera”.

Sarochar aclaró que las temperaturas “no se van a disparar, pero serán superiores al promedio de las últimas tres décadas, al igual que las precipitaciones”. La inestabilidad será una marca registrada.

¿Por qué suelen darse lluvias muy fuertes, con granizo y actividad eléctrica en un sitio y una precipitación normal -o ni siquiera eso- a una distancia muy corta? Se llaman tormentas convectivas, explicó. En poco tiempo generan una extraordinaria oferta de agua localizada. Tienen origen en un inusual ascenso de aire que provoca la condensación del vapor de agua. “Se forman nubes altas, por arriba de los 11 kilómetros, que son las que provocan precipitaciones intensas, rayos, granizo. Y muy cerca quizás ni siquiera llueve. Esos fenómenos se observan claramente en el campo, no tanto en la ciudad”, puntualizó.

Aclaró el docente que “eso no puede predecirse con exactitud, a no ser que se cuente con una radar que da señales en tiempo real o con diferencia de pocos minutos”, apuntó, y resaltó que “es por ese motivo que el Servicio Meteorológico lanza alertas para una zona muy amplia”.

¿Y qué puede hacer el vecino en esos casos? “Hay recaudos mínimos y sencillos que debe tomar. Si va en auto por la ruta, es conveniente que pare a un costado y se quede adentro, pues el auto queda aislado. No ponerse bajo los árboles, y en zonas rurales tampoco cerca de alambrados. Evitar salir a la calle. Y si hay fuertes anegamientos, a la altura de las rodillas o más, no estar en la calle”, enumeró.

Los ‘70 multiplicados por cinco

El cambio climático ya está aquí. Y el director de la Agencia Hidrometeorológica dependiente de la Comuna platense, Mauricio Saldivar, dio un ejemplo contundente: “Los últimos 5 años, en promedio, fueron los más cálidos de los últimos 150”.

Aunque inscribió la jornada de ayer en una “variación natural” del clima que “se da comúnmente en verano”, acordó con su colega del Observatorio sobre el origen de este verano poco amigable que empezó y -según todos los pronósticos- seguirá profundamente inestable hasta su final: el Niño.

Saldivar aportó otro interesante dato que habla del cambio climático. “Las tormentas extremas, por caso, la caída de 150 milímetros de agua en un lapso de 48 horas, se multiplicaron por cinco desde los años ‘70 hasta hoy”, destacó.

De más está decir que ello no implica que la cantidad de agua creció 500% durante esas 48 horas, sino que ese fenómeno ahora se da 5 veces en el mismo periodo de tiempo.

“En la actualidad se toma como normal una lluvia que hace 150 años era considerada extrema”, añadió el especialista.

Ciudades viejas, clima nuevo

Mauricio Saldivar apuntó que “las ciudades no están preparadas para soportar precipitaciones tan frecuentes e intensas como las que se dan ahora”.

“Tienen alcantarillados diseñados en los años ‘30, ‘40, ‘50. Pero resulta que esas lluvias torrenciales que se daban cada diez años ahora se dan con una frecuencia anual, y entonces sobrevienen los anegamientos. Los sistemas de drenaje que en otras épocas permitían que el agua abandonara las calles en 20 minutos, no funcionan para la cantidad que suele caer hoy en día. Es por ello que se está empezando a construir con alcantarillados acordes a las modificaciones climáticas”, explicó.

El director municipal puso un ejemplo de “las estrategias de mitigación de los efectos del cambio climático” que se están desarrollando en otros puntos del planeta. “En California -comentó-, están haciendo pruebas tendientes a evitar que el asfalto retenga tanto el calor, para lo cual se pintan calles de blanco. También se desarrollan mucho las terrazas verdes”, remató.

Anegamientos
La lluvia que se descargó ayer en la Región causó, como suele suceder, algunos anegamientos, sobre todo en barrios de la periferia platense. Se quejaron, por caso, los vecinos de la zona de la Escuela de Cadetes del SPB, 135 y 44 y alrededores, donde se vieron distintas arterias en muy mal estado.

 

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