La leyenda del tiburón blanco, ¿asesino o amigo del hombre?
Edición Impresa | 31 de Enero de 2019 | 02:12

Hace más de 40 años, los tiburones blancos se hicieron famosos a partir de una película de Steven Spielberg que sembró miedo. “Tiburón”, como se tituló el legendario filme, mostraba a un escualo gigante que atacaba repetidamente a los bañistas en un pueblo de Estados Unidos. “Es como si Dios hubiera creado al diablo y le hubiera dado mandíbulas”, resonaba una voz en el tráiler de la película, que agregaba “es una máquina de comer que vive para matar”. Desde entonces, el tiburón blanco ha arrastrado una imagen temible.
Sin embargo, no pareciera que fuera así en la vida real de los mares. De hecho, hace poco un grupo de buzos tuvo un encuentro cercano con uno de los más grandes tiburones blancos de los que se tiene registro. Y no solo consiguieron imágenes asombrosas, sino que también pudieron tocarlo y vivieron para contarlo. Y lo describieron como a un animal sumamente dócil y pacífico.
Los buzos se acercaron al ejemplar, una hembra, mientras exploraban las aguas de Hawai. Fue el primer y sorprendente avistamiento de un magnífico tiburón blanco que no se veía desde hace más de 20 años.
Se cree que el tiburón, de casi 6 metros de largo y un peso estimado en unas 2,5 toneladas, es el ejemplar llamado Deep Blue, que fue marcado para su estudio por investigadores hace justamente 20 años.
Cuando lo encontraron en la zona de la costa sur de Oahu, el tiburón merodeaba el cadáver de un cachalote muerto.
Una de los buzos, Ocean Ramsey, contó luego que habían estado filmando tiburones tigre que se alimentaban cuando llegó el tiburón blanco hembra.
“Vimos unos pocos tigres y luego ella se acercó y todos los otros tiburones se separaron y ella comenzó a rozar nuestro bote”, relató.
“Simplemente era una gigante hermosa, hermosa y gentil, que quería usar nuestro bote como superficie para rascarse. Llegamos al amanecer y ella se quedó con nosotros casi todo el día. Era sorprendentemente ancha, quizás debido a un embarazo”.
Raras veces se ven grandes tiburones blancos en Hawai, ya que prefieren nadar en mares más fríos.
Ramsey, quien tocó al animal y hasta jugó con ella, dijo que los tiburones blancos más viejos o con embarazo son los ejemplares más seguros para acercarse a ellos, aunque advirtió que no se debe nadar con ellos en lugares en donde se estén alimentando, y destacó que los tiburones en realidad solo atacan a los humanos si los confunden con alguna presa habitual.
“Estoy sin palabras -describió la mujer, que tiene más de 15 años de experiencia con tiburones y milita para que se deje de demonizarlos- fue conmovedor. Ella es probablemente el tiburón blanco más dulce que vi en mi vida. Las hembras grandes embarazadas son en realidad las más seguras, sobre todo las más viejas, porque ya lo vieron todo, inclusive a nosotros”.
Kimberly Jeffries, otra integrante del equipo, también contó su experiencia. “Serena y elegante, se desplazó alrededor nuestro. Durante horas nadamos juntos en la corriente del mar”, escribió en su cuenta de Instagram. Para ella, fue la “experiencia más increíble” que vivió en las aguas de Hawai.
Deep Blue fue descubierta en la zona de Baja California y meses más tarde fue avistada en las costas de la isla Guadalupe. Y nunca se había sabido más de ella.
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