De la crisis a la oportunidad, se valora la inversión a largo plazo en tierras y ladrillos

Las autoridades del colegio profesional local destacan la labor que se desarrolla para diferentes sectores de la comunidad

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Los períodos de bonanza y crisis se fueron alternando en la profesión de martillero y corredor público, al vaivén de los avatares sociales, políticos y económicos. “Y si no se los ha vivido, para eso está la historia”, asegura Miguel Bañez, vicepresidente primero del colegio de Martilleros de La Plata, quien agrega: “Siempre, de cada uno de ellos, la actividad inmobiliaria ha salido robustecida. En principio porque a largo plazo – además de mayor seguridad y diversidad de renta – ha superado a otras variables de inversión como la Bolsa, el oro ó las divisas extranjeras”.

“Además cada una de las etapas negativas ha dado nacimiento a un mercado distinto al que nos hemos adaptado. No sólo por la pujanza de los creadores de loteos, los constructores, los inversores, sino también la evolución de nuestros métodos y la tecnología empleada avalan esa frase que da cuenta que “la mejor inversión es la tierra y/o los ladrillos”, agrega el profesional.

Dieron el primer paso aquellos martilleros pioneros que con sus loteos y subastas “bajo carpa y con su bandera” fueron formando o extendiendo los pueblos y ciudades. Hoy los más modernos, emprendedores, toman el ejemplo de esa actividad y le dan un nuevo formato a las regiones y ciudades, con barrios – abiertos ó cerrados – countries – edificios. Muchos de ellos son martilleros y corredores.

TRANSFORMACIÓN

Hoy la transformación de la profesión en universitaria da mayor seguridad y respaldo a la sociedad que, indefectiblemente, necesita su orientación y consejo y la instrumentación de los contratos que resguarden su patrimonio y el movimiento económico.

Para ello además del conocimiento es necesario contar con una base amplia de sentido de ética. No hay posibilidades de convertir la crisis en oportunidad si no está la profesión engarzada en el perfeccionamiento de saberes, en el marco de la ley, y sobre todo dentro de parámetros éticos que resguardan a la sociedad, al cliente y al mismo profesional.

“Hoy ante la crisis también es posible observar la aparición de formas extrañas, extranjeras, que como en otras crisis suelen aparecer para permanecer un tiempo y luego emprender la fuga impune”, apunta Bañez.

El profesional también sostiene que “la Institución de Ley, nuestro Colegio, en salvaguarda del derecho de la sociedad y de los profesionales martilleros y corredores públicos que desarrollan su actividad dentro de la ley, combate esas prácticas, ejerciendo el control delegado por la Provincia, a través de un procedimiento consagrado por esa ley, del que no es posible apartarse. Fiscaliza la actividad de todos y encauza a los que la ejercen ilegalmente dentro de sanciones disciplinarias o de orden penal”.

Los martilleros y corredores públicos “son continuamente capacitados desde el Instituto Superior de Formación profesional con articulación de la DIEGEP y UNLP, y las demás instituciones (Asociación de Martilleros, Instituto de Tasaciones, Cámara Inmobiliaria de la Provincia).

 

 

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