Tras doce días de furia contra el ajuste económico, Ecuador trata de volver a la normalidad

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QUITO

Ecuador alcanzó un acuerdo para detener su peor crisis en décadas y desde ayer enfrenta la tarea de reparar los daños tras doce días de furia en Quito contra medidas de ajuste: una ciudad devastada, millonarias pérdidas, siete muertos y cientos de heridos y detenidos.

La capital, donde comenzó un vasto operativo de limpieza, fue escenario de violentas protestas disparadas por la quita de subsidios a los combustibles, que finalizaron el domingo con un compromiso entre el gobierno de Lenín Moreno y el movimiento indígena que lideró las manifestaciones. La negociación fue cara a cara, con mediación de la ONU y la Iglesia católica.

La radical protesta indígena generó “una fractura que será muy difícil de recuperar”, dijo Pablo Romero, experto indigenista de la Universidad Salesiana, aduciendo que alimentó “el racismo” en un país donde los aborígenes son el 25% de los 17,3 millones de habitantes.

El Ejecutivo aceptó el pedido de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) para desmovilizar a miles de sus miembros que llegaron a la capital: derogar el decreto presidencial 883 que eliminó los mencionados subsidios, pactado con el FMI.

“Felicito al pueblo ecuatoriano porque han logrado una histórica victoria contra el FMI, al conseguir la derogación del Decreto 883”, expresó en Twitter el presidente venezolano Nicolás Maduro, acusado por Moreno de activar junto a su antecesor y ex aliado Rafael Correa un plan de desestabilización. Correa y Maduro se han burlado de estos señalamientos.

Ese plan conspirador también salpica a allegados de Correa como la prefecta (gobernadora) de la provincia de Pichincha (que alberga a la capital Quito), Paola Pabón, arrestada ayer. Las autoridades además allanaron la casa del ex legislador Virgilio Hernández y la diputada Gabriela Rivadeneira se refugió en la embajada de México en Quito.

La medida económica, con la que el Estado iba a ahorrar 1.300 millones de dólares al año, generó alzas de hasta 123% en los precios del diésel y la nafta en Ecuador, país petrolero que afronta una gran iliquidez. Moreno aclaró en Twitter que se “sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan”.

La quita de subsidios a combustibles pactada con el FMI iba a permitir a Ecuador tomar créditos por 4.200 millones de dólares para aliviar el déficit fiscal. El nuevo decreto sobre subsidios, que se negocia entre el Ejecutivo y la Conaie, significará que el ahorro será menor al esperado dentro de ajustes para evitar un déficit de unos 5.600 millones de dólares en 2019. (AFP y AP)

Escobas y palas
Con escobas, palas en mano y barbijos, miles de ecuatorianos salieron ayer a las calles de Quito para recuperar la ciudad tras la devastación sufrida en las protestas. Sin esperar a los servicios públicos de limpieza, los vecinos decidieron ayudar desinteresadamente a reparar los daños.

 

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