Mejora el ánimo en Cambiemos

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El efecto político tras la victoria de la versión local de Cambiemos en Mendoza le dio una inyección de ánimo a Mauricio Macri, quien viene corriendo de atrás desde las PASO al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, y su objetivo es alcanzar al menos el 35 por ciento de los votos para aspirar a competir en un ballotage.

El resultado de Mendoza representa un envión para Macri, porque si bien se esperaba un triunfo del oficialismo provincial, la contundencia con la que el candidato Rodolfo Suárez se impuso a la postulante kirchnerista Anabel Fernández Sagasti hace pensar a los funcionarios de la Casa Rosada que la elección del 27 de octubre no está perdida. El triunfo de Cambia Mendoza pone al gobernador saliente, Alfredo Cornejo, en la mesa nacional de los dirigentes que buscarán articular el espacio que ahora se conoce como Juntos por el Cambio, pero a partir del 10 de diciembre, cuando se plasmará un nuevo escenario político. Cornejo, que preside la UCR, pasará a ser diputado nacional.

El saliente gobernador de Mendoza buscará tener en la Cámara baja un rol protagónico como referente opositor si se confirma el triunfo de Alberto F.

En la interna del radicalismo, Cornejo mantiene una alianza con la UCR porteña, algo que se vio en la noche del domingo con la presencia de Martín Lousteau en los festejos. La sintonía entre Cornejo y Enrique “Coti” Nosiglia, quien sostiene políticamente a Lousteau, es tan cierta como la inquina que mantiene con la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.

Pero más allá de lo que suceda a partir del 10 de diciembre y del reposicionamiento del jefe de la UCR, el resultado de la elección de Mendoza mejoró el ánimo en Juntos por el Cambio, porque el triunfo del delfín de Cornejo fue sobre una figura emergente del kirchnerismo y sobre todo, referente de La Cámpora y protegida de Cristina Kirchner.

 

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