Alumnos levantaron 630 kilos de basura en cinco cuadras de playa en Punta Lara

Fue como parte de una iniciativa mundial de concientización que en la Región impulsa la asociación Recrear

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Armados con bolsas de consorcio y una tarjeta para volcar los datos, más de 200 alumnos de escuelas primarias de la Región limpiaron las costas de Punta Lara de más de 630 kilos de residuos sólidos.

Colillas de cigarrillo, latas de gaseosa o cerveza, telgopor, plásticos de todo tipo y tamaño (en forma de botellas y tapitas, bolsas, sorbetes, vasos y platos descartables, entre otros objetos), representaron el 90% de la basura juntada por los estudiantes de las primarias 1 y 2, la Secundaria 7 y la Escuela de Educación Especial 501, de Ensenada; y las primarias 1 y 10, Técnica 2 y 501, de Berisso.

Las tareas de recolección voluntaria, que se extendieron por tres horas (entre las 9 y las 12 de ayer), fueron impulsadas por la Asociación Recrear, en el marco del evento mundial Cleanup (“Limpieza internacional de costas”) que The Ocean Conservancy de Washington D.C promueve en más de cien países.

Para dimensionar el volumen de los desechos acumulados en la mañana de ayer, es dable mencionar que el radio de acción se limitó a medio kilómetro de playa (en inmediaciones de la sede de Prefectura Naval, sobre Camino Almirante Brown y 54). Sólo cinco cuadras en las que 213, 26 docentes y voluntarios de Recrear completaron 146 bolsas de consorcio.

“Fue impresionante la cantidad de colillas de cigarrillos que encontramos”, subrayó la presidenta de Recrear, Liliana Toranzo, que además enumeró el hallazgo de “restos de vidrios, papeles, material de empaque, cintas para embalar, paquetes de tabaco, encendedores y artículos de higiene personal”. Incluso, resaltó que los voluntarios recogieron hasta partes de electrodomésticos y materiales para la construcción.

Toranzo destacó el gran entusiasmo de estos menores de entre 10 y 17 años, quienes, para ella, resultan verdaderos agentes de divulgación y cambio. “El objetivo final de esta acción que se desarrolla cada año, desde 1997, es capacitarlos en educación ambiental, concientizarlos en la necesidad de reducir los residuos que se generan en el hogar, reciclando y reutilizando, porque la mayor parte de esta basura después llega a las playas y termina en el Río de la Plata, atentando contra la conservación de las especies acuáticas”, destacó la titular de Recrear.

Por eso, cada año, los Cleanup son un granito de arena en la lucha medioambiental, bajo la premisa de que, como advirtió Toranzo, el lugar que habitamos no puede ser a un tiempo hogar y basurero.

¿Qué se hace con la basura separada y recolectada ayer? La activista explicó que ahora será el municipio de Ensenada el encargado de darle tratamiento final a los 630 kilos de residuos juntados. “Lo ideal sería que, de ser posible, se lo den a los recicladores”, agregó.

En tanto que la información volcada en las tarjetas de datos se enviará a la sede estadounidense de The Ocean Conservancy. “Como ellos son los que se encargan de administrar el seguimiento de la contaminación de las aguas, les mandamos toda la información procesada, con ítems como la cantidad de voluntarios que participaron, los residuos que se juntaron y las bolsas que se llenaron”, especificó Toranzo.

Un millón de voluntarios en el mundo

La presidenta de la Asociación Recrear valoró que cada año cada vez más estudiantes y docentes se sumen a la iniciativa Cleanup, que ha llegado a convocar a más de un millón de voluntarios en unos cien países. En cada lugar, el trabajo y el objetivo son los mismos: determinar, por medio de la recolección diferenciada de residuos sólidos y su recopilación en una tarjeta de datos, qué actividades generan la contaminación de los cursos de agua de cada localidad. Educando para prevenir una mayor polución de los recursos hídricos .

Como explican los impulsores de la iniciativa, la basura generada compromete el futuro de las próximas generaciones: “Gran parte de los residuos que arrojamos [...] tardan muchos años en degradarse: el vidrio demora 4.000 años; las pilas, más de 1.000; el plástico, entre 100 y 300; las latas de gaseosa o cerveza, 10; las colillas de cigarrillo, 1,5 y el papel, 1 año”.

 

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