Camioneros y quinteros de la Región cortaron la ruta 36, hartos de los robos

Los asaltos a quinteros de la Región, por lo general muy violentos, se han vuelto una lamentable moneda corriente en los últimos años. Pero ahora también son los camioneros que van al lugar para comprar la producción hortícola quienes suelen ser blanco de las bandas que tienen en jaque a la zona.

Es por eso que ayer a la tarde cerca de un centenar de quinteros y camiones unificaron un reclamo que piden a gritos: contar con patrullajes y otras medidas preventivas que les permitan cumplir con sus trabajos sin el terror de que los amenacen, les quiten su dinero, les peguen o algo todavía peor.

Lo hicieron con un piquete que realizaron desde las 15 atravesando vehículos y quemando neumáticos, lo que provocó una alta y densa humareda negra y caos de tránsito en la intersección de ruta 36 y 515, por la interrupción durante cinco horas de la circulación en ambos carriles.

Según lo que algunos de los manifestantes informaron a este diario, los ataques armados contra unos y otros se registran en Abasto, Olmos, Melchor Romero, Etcheverry, Colonia Urquiza, Poblet y Los Hornos.

Todos coincidieron en contar que los delincuentes “actúan con uniforme policial, chalecos antibalas, handies y pistolas 9 milímetros. Son muy violentos, golpean a las víctimas, amenazan con llevarse a criaturas y hasta matan perros”. Justamente fue lo que pasó en la madrugada del jueves en 513 entre 202 y 208, donde la víctima fue un abogado al que redujo una banda que ingresó al grito de “policía”.

“Normalmente son entre 5 y 8 hombres” los que siembran el terror en quintas de esas zonas, apuntaron los manifestantes, que esperaron hasta las 20 la presencia de algún funcionario o jefe policial, y levantaron el piquete sin respuestas. Por tal motivo ya adelantaron que este mediodía retomarán la protesta.

“QUEREMOS PATRULLAJE”

Samuel Acchura (42) es un camionero que hace una semana fue asaltado junto a su hermano Moisés (20), cuando circulaban con su vehículo por las calles 515 y 189.

“Eran cinco, estaban armados, iban en un Peugeot 206 negro con vidrios polarizados, y estaban vestidos como policías”, describió.

Sobre lo que les robaron, detalló que a su hermano le quitaron 60.000 pesos y a él el celular. De los ladrones dijo que “parecían tener entre 28 y 30 años”.

Mencionó también que en la noche del jueves pasado “quisieron asaltar a compañeros en 44 y 208, cuando iban a comprar pizzas a un local”, pero otros camioneros que comían en el negocio reaccionaron para defenderlos. “Los molieron a golpes a los ladrones, de entre 23 y 25 años, y luego los entregaron a la Policía”, aseguró.

Samuel precisó después que “somos 200 camioneros los que nos movemos para ir al sector frutihortícola de esta región y estamos permanentemente expuestos a los robos. Por eso vinimos a pedir seguridad”.

Elizabeth Aldape (31), quintera igual que su familia, le dijo a EL DIA que por robos sufridos en donde tienen sus plantaciones “los `chorros`nos dejaron en la calle”.

Recordó que el 30 de diciembre último “estábamos en nuestra casilla de la quinta, en 203 y 33, y vestidos como policías llegaron a la noche, golpearon a familiares, amenazaron con llevarse a mi hija de 4 años y nos robaron”.

“Trabajamos de sol a sol, y los delincuentes se llevan lo poco que ganamos, porque cada vez los costos para la producción son cada vez más altos y pagamos nuestros impuestos y servicios”, se quejó luego.

También reprochó que en las comisarías les toman la denuncia, “pero después te dicen que no tienen estadísticas de robos a quinteros”.

Por su parte, Gilda Sánchez (22), que trabaja en el terrreno de su familia en Abasto, expuso que “hace 20 años que tenemos la quinta como medio para ganarnos la vida y ya hace un tiempo que a la noche no podemos dormir tranquilos, por miedo a que en cualquier momento nos entren a robar”.

Otros productores que la rodeaban hicieron foco en indicar que “los asaltos se da normalmente entre las 6 de la tarde hasta las 3 de la mañana”. Y al mismo tiempo, denunciaron que “no sólo que la Policía no anda por nuestros campos, sino que se demora cuando los llamamos”.