El perro Barrilete conmovió a todos

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Ir a votar con su dueña ya se tranformó en una rutina para el perro Barrilete. “Me acompaña a cada elección y además lo llevo a muchos lados. Aprendió a esperarme en la puerta de los lugares adonde voy. No se mueve del umbral hasta que vuelvo”, dice María Paladino (35), la dueña del perro, quien agrega que “como es tan obediente y educado llama mucho la atención”.

Y eso es lo que sucedió ayer al mediodía en la puerta del Albert Thomas, donde votó María. Allí muchos se detenían a observar al perro que, con paciencia y sin avanzar un metro del lugar donde lo habían dejado -libre y sin correas- esperaba que su dueña termine de votar. Mientras Barrilete permanecía quieto y mirando al interior del colegio se convirtió en una improvisada atracción para los que iban y venían, que lo llenaron de caricias y atenciones.

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