No cede el malestar social en Chile, que vivió otra violenta jornada en las calles

Sigue el descontento con las promesas del gobierno, que no descarta una reforma de la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet

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SANTIAGO

Miles de manifestantes coparon ayer una céntrica plaza y la principal avenida de la capital chilena, descontentos con la promesa del gobierno de mejoras sociales y un diálogo ciudadano, mientras toma fuerza la idea de reformar la Constitución legada por la dictadura militar. El presidente Sebastián Piñera no ha logrado, de momento, frenar las movilizaciones que a diario se convocan por redes sociales.

La policía montó un vallado a cuatro cuadras alrededor del Palacio de La Moneda (casa de gobierno) para impedir el paso de los manifestantes. Estos lanzaron palos y piedras a los uniformados, que respondieron con gran cantidad de gases lacrimógenos, en enfrentamientos en la Alameda, la principal arteria de Santiago.

Los manifestantes también armaron barricadas y las incendiaron, mientras que en el turístico cerro Santa Lucía, en pleno centro capitalino, se produjo un incendio que fue controlado por bomberos.

El nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, dijo tras una reunión de gabinete que “la primera prioridad es recuperar la paz social”, que deja hasta ahora 20 muertos, miles de detenidos y cientos de heridos tras la violenta represión policial. Agregó que la segunda es “la agenda social”. Indicó que “esta es una primera respuesta” del gobierno a las exigencias de un movimiento que no tiene vocero ni organizadores conocidos.

Como parte de la estrategia del gobierno centroderechista se sumó ayer el anuncio del ministro de Desarrollo social, Sebastián Sichel, de que se convocará a diálogos sociales en las 346 comunas chilenas para “hacer un buen diagnóstico y armar una agenda social”.

Sobre la posibilidad de que se hable también de una Asamblea Constituyente para reemplazar la Constitución instaurada en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), indicó que “podrían llegar a lo que quieran los ciudadanos, no hay barreras si es un diálogo conducido, con objetivo”.

En la oposición, los titulares de la Cámara de Diputados y el Senado anunciaron que se reunirán para conversar sobre el tema, mientras la comisión de Constitución de los diputados informó que agendará sendos proyectos para que no sea solo el Congreso el que elabore una nueva Carta Magna y establecer una Asamblea Constituyente.

La Constitución de Pinochet implantó el modelo neoliberal, privatizó los servicios básicos y creó sistemas de educación y salud a los que se puede acceder según el poder adquisitivo. En Chile solo el 20 por ciento de los 18 millones habitantes se atienden en la salud privada.

En el segundo mandato de la presidenta Michelle Bachelet (2014-2018) se realizaron 200.000 cabildos ciudadanos en los que se habló de una nueva Carta Magna que se tradujo en un proyecto de ley que fue presentado al Congreso cinco días antes de que dejara el poder en 2018. Sin embargo, la centroizquierda nunca tuvo los votos necesarios en el Congreso para lograr la aprobación de una reforma constitucional.

HIEREN A UN VEEDOR DE DD HH

En tanto y en el marco de los disturbios, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile denunció que uno de sus observadores fue herido ayer por siete balinazos durante la marcha de protesta en el centro de Santiago.

El veedor resultó herido en cercanías de la Plaza Italia, sobre La Alameda, la arteria que conduce a la sede del Gobierno. El colaborador del INDH fue retirado del lugar por sus colegas y trasladado a un centro asistencial, informó el Instituto en su cuenta de Twitter.

El INDH es un organismo autónomo financiado con fondos públicos y desde el pasado 18 de octubre, cuando comenzó el estallido social en Chile, se encarga de difundir reportes sobre muertos, heridos y detenidos. (AP y TÉLAM)

 

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