Ecuador: más de 350 detenidos tras el segundo día de protestas

Por la huelga en el transporte hubo escuelas vacías, aunque las fuertes manifestaciones callejeras cedieron un poco. El gobierno de Lenín Moreno mantiene el estado de excepción

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Quito

La crisis social que desató en Ecuador la eliminación de los subsidios a los combustibles paralizó ayer por segundo día consecutivo el transporte público y vació las escuelas, aunque las fuertes protestas en las calles parecieron amainar bajo el estado de excepción impuesto por el gobierno.

El descontento estalló por cuenta del alza de más del 100% en el precio de los combustibles que desencadenó en la quita de los subsidios por parte del gobierno de Lenin Moreno, tras cuatro de décadas de vigencia.

Luego de los disturbios del jueves, el saldo en las calles fue de 35 heridos -incluidos 21 policías- además de 350 detenidos, según autoridades. El mayor número de detenciones (159) ocurrieron en la ciudad costera de Guayaquil, seguida por Quito (118).

Sin taxis ni colectivos circulando, los ecuatorianos debieron ingeniárselas para cumplir con sus actividades, mientras las clases están suspendidas por orden gubernamental.

En Quito solo opera el servicio municipal de transporte -insuficiente para atender la demanda-, por lo que las Fuerzas Armadas habilitaron sus vehículos para movilizar a los ciudadanos. En virtud de la medida de excepción declarada por 60 días, los militares también están en las calles para controlar la seguridad.

“No queremos desestabilizar el país, pero lamentablemente en este momento lo que se está tratando es de sobrevivir”, dijo a la prensa el presidente de la Federación Nacional de Transportistas Pesados, Luis Vizcaíno. “Si se logra bajar un poco las tarifas del combustible creo que puede haber una salida para que el Ecuador vuelva la paz”, añadió.

El Ejecutivo adoptó la impopular medida en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para obtener millonarios préstamos ante el desbarajuste de su economía dolarizada.

El elevado endeudamiento de los últimos años -que Moreno achaca a su antecesor Rafael Correa- afectó la liquidez, según las autoridades.

Pese a las protestas, Moreno dijo que no cambiará de “opinión” sobre el fin de los subsidios -que al año representaban 1.300 millones de dólares- y apeló al estado de excepción para enfrentar a los manifestantes que en la víspera protagonizaron violentos choques con la policía, saqueos y otros desmanes.

El vicepresidente del país, Otto Sonnenholzner, pidió a la ciudadanía que no confunda protesta con vandalismo, e insistió en que “el Gobierno en pleno rechaza la violencia”. (AFP y EFE)

 

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