Gabriel Bañez: uno de los mejores novelistas que dio nuestra ciudad

Algunas de sus obras fueron traducidas a otros idiomas e incluso una de ellas fue llevada al cine; desde su histórico taller literario impulsó la carrera de muchos escritores

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Mucho más allá de las mejores consideraciones literarias que puedan hacerse de su figura y de su obra, en la cotidianeidad de la Redacción de EL DIA, su diario “buenos días, amigos”, irrumpía en la mañana tal como lo hacía en nuestra lejana infancia el sonido de la campana escolar que llamaba al siempre breve recreo. Y cualquier tranquila discusión ya se había armado antes de que apoyara su viejo portafolio en el escritorio, porque charlar con Gabriel sobre cualquier tema, precisamente era un recreo de diversión intelectual.

Hombre simpático, afable, agudamente inteligente y analista, y escritor virtuoso y singular, Gabriel Bañez desarrolló una labor literaria de relieve, con una decena de novelas que le valieron múltiples reconocimientos en Argentina y en el exterior.

Existe coincidencia en que ha habido en La Plata muy pocos novelistas de su talla.

Una de las características que lo destacaron como escritor fue la de amalgamar con particular armonía el producto de su vasta cultura con la expresión más profunda de los anhelos y desvelos populares. Y aunque se trate de una frase remanida, verdaderamente su obra fue así, para todo tipo de lectores.

Su obra estuvo signada también por constantes y ácidas, pero siempre nobles, provocaciones, muchas veces enfocadas con humor picante; desafíos intelectuales y sentimentales que llevan al lector por los muchas veces aventurados caminos de la revisión de las dudas, certezas y otros relieves del intelecto.

Nació en nuestra ciudad el 2 de junio de 1951 y siempre vivió en La Plata.

Su excelente producción como novelista tuvo un gran relieve y algunas de sus obras han sido traducidas a varios idiomas.

La que finalmente resultaría su última novela, “La cisura de Rolando”, obtuvo un notable éxito editorial y con ella ganó el Primer Premio Internacional de Novela Letra Sur, cosechando una vez más unánimes y encendidos elogios de los críticos literarios de publicaciones periodísticas y de portales de internet especializados en letras.

Otras de sus novelas que marcaron sucesos editoriales y tuvieron amplia repercusión dentro y fuera de nuestro país y que merecieron diversos reconocimientos y distinciones para el literato platense, fueron Virgen”; “Parajes”; “El Capitán Tresguerras fue a la guerra”; “Hacer el odio”; “El Curandero del Cuarto Oscuro”; y “Los Chicos desaparecen”. Particularmente esta última novela tuvo un enorme éxito adicional porque fue llevada al cine en el film protagonizado por Norman Briski y Lorenzo Quinteros, con la dirección de Marcos Rodríguez. La película obtuvo distintos lauros en varios festivales cinematográficos internacionales.

Poco antes de su fallecimiento, el “Comité Organizador para la participación argentina en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt 2010” aprobó la traducción de obras de los más destacados hombres de letras argentinos, las que se presentaron en ese evento literario internacional, y desde luego en el breve listado figuraba el platense.

Bañez tuvo durante largos años su taller literario por el que concurrieron decenas de platenses y del que salieron, siempre sumamente enriquecidos, numerosos hombre y mujeres que se abrieron paso en el siempre difícil camino de las letras.

Fue un escritor virtuoso y singular que desarrolló una labor literaria de relieve

 

Por otra parte, fue fundador y director de “La Comuna Ediciones”, editorial de la Municipalidad de La Plata desde donde impulsó fervorosamente la publicación de muchas obras de autores platenses nóveles, tarea que le valió el agradecido y cariñoso reconocimiento del mundo literario local.

Desde su propio blog en la web, “cortey.blogspot.com”, formuló una larga serie de reflexiones literarias y de la actualidad nacional.

Con EL DIA se vinculó ya desde la década de los años setentas; fue destacado columnista y además, tuvo a su cargo la sección literaria hasta su muerte.

Como fue un intelectual en el más amplio sentido del término, abundaron en él múltiples curiosidades que lo llevaron a explorar otros ámbitos como la filosofía, la historia, el cine, el psicoanálisis, la política y hasta la sociología.

A los 58 años de edad, falleció en su quinta de Gorina el 7 de julio de 2009.

 

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