En un marco tenso la cumbre del clima posterga su final

Las negociaciones podrían extenderse todo el fin de semana. Mientras negociadores se mostraron optimistas por alcanzar un acuerdo, las ONGs se manifestaron contra la “falta de avances”

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La cumbre climática de Madrid prolongaba a última hora de ayer las negociaciones para tratar de lograr un amplio consenso y mientras algunos dirigentes creían que se acariciaba un acuerdo que apuesta por aumentar la ambición para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con el Acuerdo de París, entre las ONGs reinaba el malestar ante la posibilidad de que no se alcancen acuerdos demasiado ambiciosos a pesar de la extensión de las negoaciaciones.

Al cierre de esta edición, todavía persistían muchas diferencias en asuntos clave de la negociación, entre ellos el artículo 6 del Acuerdo de París, de 2015 que regula los mercados de carbono, una de las principales herramientas de los gobiernos para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Algunas partes se inclinan ya por cerrar un acuerdo muy general sobre este artículo y aplazar las cuestiones más técnicas para otra cita.

Durante las últimas horas volvieron a circular borradores con los que están trabajando los negociadores, en los que se plasma ya la urgencia de aumentar la ambición climática y de responder a las necesidades de los países en desarrollo ante la amenaza del cambio climático.

El último borrador planteaba la necesidad también de proporcionar información sobre las contribuciones nacionales (los compromisos firmes que cada país está dispuesto a asumir) que deberán ser revisadas al alza de acuerdo con el pacto de París, que entra en vigor en 2020.

Andrés Landerretche, portavoz de la Presidencia chilena de la cumbre expresó su “optimismo” sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el tramo final de la Conferencia: “Los ojos del mundo están puestos sobre nosotros y queremos llegar a un acuerdo pasen las horas que pasen”, manifestó el portavoz chileno, quien reconoció que las negociaciones son “muy difíciles”, pero, aseguró, “no saldremos de aquí sin un buen resultado”.

La jornada de ayer estaba programada como la última de la COP25, pero es habitual en este tipo de citas que la negociación se prolongue incluso hasta el fin de semana.

Mientras se suceden las negociaciones en el recinto ferial de Madrid, en el exterior decenas de jóvenes protagonizaron una sentada para denunciar la ausencia de avances en las negociaciones y la “desconexión” entre las delegaciones oficiales y las demandas sociales en las calles.

El movimiento juvenil Fridays For Future, que estuvo por primera vez en una cumbre de este tipo, lamentó que la COP25 “no ha servido de nada, y no solo eso, sino que estamos viendo retrocesos”.

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