Desgarrador relato de un robo en medio de una ola de asaltos dentro de viviendas y de madrugada

En 145 y 521 desmayaron a golpes a una mujer y le pegaron con una aspiradora a su hijo de 12 años antes de llevarse $170 mil. En un departamento de La Loma 2 amigos vivieron una odisea similar. Los ataron

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Dos hechos delictivos recientes, cometidos ambos con una violencia inusitada, resaltan una problemática que viene sucediendo con mucha frecuencia en los últimos meses del año. Los ataques que ocurren en casas particulares tienen características en común: la cantidad de delincuentes que actúan en el golpe (cuatro o más) y la madrugada como horario elegido para sorprender a las víctimas.

Por otro lado, la situación alcanza también a los departamentos en altura. En estos casos, los ladrones suelen ser dos y no importa tanto el momento del día.

“LES PEDÍ QUE NO MATEN A MI HIJO”

Nati Alba (30) dormía plácidamente en su inmueble de 145 entre 521 y 522 junto a sus hijos de 10 y 12 años. A las tres de la mañana escuchó un estruendo que venía de la puerta. Se levantó con rapidez y agarró el teléfono, pero no tuvo tiempo a marcar ningún número.

En cuestión de segundos, tres hombres armados la rodearon y uno le dio un culatazo en la cabeza. “Mi pareja no estaba en ese momento. Rompieron la puerta a patadas y con una barreta y se nos tiraron encima”, le dijo la mujer a este medio, todavía aterrorizada por lo ocurrido. Entre dos la arrojaron al piso y la patearon, mientras el tercero le exigía la entrega de dinero. Para poner más énfasis en la orden, al nene de 12 le pegaron con una aspiradora y al más chico le apoyaron una pistola en la sien. “¡Dame la guita o lo limpio!”, la amenazaron.

Ante semejante escena y sin poder contener las lágrimas, la víctima los llevó al fondo de la propiedad y les entregó 170 mil pesos que guardaba “en un balde viejo” para terminar de construir la vivienda.

“Déjenme por favor, no maten a mi hijo”, les suplicó. Como toda respuesta, le propinaron una trompada. “Me dejaron inconsciente con los golpes que me dieron. Salí a la calle me puse a gritar auxilio y nadie salió”, recordó. Los sujetos se fueron en un Renault 19 blanco con un cuarto cómplice. Al vehículo “nos dijeron que el domingo lo vieron dar vueltas por la zona”, aseguró la damnificada.

La familia quedó completamente atemorizada. “Tenemos mucho miedo de que vuelvan, nos amenazaron y temo por mis nenes”, finalizó Nati.

CREÍ QUE ESTABA SOÑANDO”

Jerónimo Ruiz de los Llanos (21) dormía en la madrugada del martes pasado en su departamento del 1º A de un edificio de 37 entre 23 y 24, cuando dos delincuentes encapuchados truncaron su descanso, convirtiéndolo en una pesadilla que vivió despierto.

Ayer, más tranquilo, le contó a EL DIA que “esto pasó a la 1 y media de la mañana del martes, cuando dos asaltantes encapuchados me despertaron con un cuchillo que me apoyaron en el cuello. Creí que estaba soñando”.

“Me despertaron con un cuchillo en el cuello y me advirtieron que si encontraban más plata me daban un puntazo”

Jerónimo Ruiz de los Llanos Vecino de 37 entre 23 y 24

“Me dejaron inconsciente de todos los golpes que me dieron. Me pegaron en la cabeza con un arma y patadas en el cuerpo”

Nati Alba, Víctima de 145 entre 521 y 522

 

Los intrusos lo obligaron a levantarse antes de apoyarle el cuchillo en la espalda, aunque luego, al enterarse de que en el otro dormitorio dormía un amigo suyo, agarraron un cuchillo de la víctima para intimidar también a ese joven. “A él lo despertaron de similar manera y le quitaron la billetera y el celular”, indicó. Después les ataron las manos y los encerraron. “A mi amigo lo ataron con el cordón de una campera” y a él “con la funda de una sábana”, refirió.

El penoso momento para estos amigos “duró como media hora”, estimó Jerónimo, un estudiante del segundo año de la carrera de Veterinaria y oriundo de la localidad de Bonifacio, partido de Guaminí.

En ese lapso, confesó, padeció un momento de suma tensión.

“Fue cuando uno de los ladrones, que no se había conformado con los 200 o 300 pesos que tenía en mi billetera, me advirtió que si hallaba más plata, me daba un puntazo”, reveló.

Sin embargo, pese a la minuciosa búsqueda en muebles y cajones, apenas lograron sumar otros 100 pesos que guardaba su amigo en la billetera. También sustrajeron una computadora, una PlayStation 3, ropa y hasta el cuchillo del dueño de la unidad. De todas maneras, Jerónimo y su amigo consiguieron recuperar sus pertenencias sustraídas. Es que la Policía, tras ser alertada del asalto, salió a la búsqueda de sus autores y logró atraparlos cuando andaban por los techos de un edificio de 37 entre 12 y 13, al que intentaban entrar a robar. Tienen 19 y 18 años.

“También quisieron meterse en un departamento de un edificio de este barrio”, reveló asimismo Jerónimo. Y recordó que en el edificio que habita desde hace 6 meses, con una semana de diferencia, robaron dos bicicletas. “Una del interior del edificio y la otra en la puerta”.

En uno de los hechos amenazaron a un nene de 10 años y golpearon a uno de 12

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