A quince años de Cromañón recordaron a las víctimas

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Sobrevivientes y familiares de víctimas de Cromañón realizaron ayer diferentes homenajes al cumplirse el 15° aniversario del incendio que causó la muerte de 194 personas la noche del 30 de diciembre de 2004, y dijeron que tienen como principal objetivo “no perder la memoria para que no vuelva a suceder”.

El 30 de diciembre de 2004, cuando el grupo Callejeros ofrecía un recital ante una cantidad de personas que superaba la capacidad permitida del local del barrio porteño de Balvanera, se inició un incendio por el uso de bengalas que causó 194 muertes y más de 1.400 heridos.

La agrupación “Movimiento Cromañón”, conformada por mayoría de familiares de víctimas, centró su homenaje en el santuario levantado a pocos metros de donde funcionaba el boliche República de Cromañón, en la calle Bartolomé Mitre 3060. A pesar de la fuerte lluvia, familiares y amigos de las víctimas hicieron un homenaje que contó con intervenciones artísticas, pintada de murales, recitales de música, la lectura de un documento y una suelta de globos a las 22.50, horario en el que se desató la tragedia.

Durante el acto, referentes del Movimiento Cromañón repudiaron en un documento “el accionar de la justicia en la causa que dejó 21 condenas efectivas, de las cuales ya ningún culpable está detenido”, como así también “la falta de respuestas por parte del gobierno de la Ciudad en los años posteriores”.

En otro de los actos centrales, que se iba a realizar en el Obelisco pero fue trasladado al boliche Groove por las malas condiciones climáticas en la Ciudad, la organización “No Nos Cuenten Cromañón” realizó shows de varias bandas y presentó la canción “Sin quebrarse”, compuesta especialmente para la ocasión.

“Pretendemos que la memoria quede insertada en la sociedad y que dure por varias generaciones. Pensaba que hay adolescentes que no habían nacido cuando ocurrió esta tragedia. Hoy tenemos otra generación y luchamos para que no tengan que pasar por esto”, expresó Raúl Morales, quien perdió a su hija Sofía en el incendio de Cromañón.

Leonardo Chaparro, papá de David Chaparro, realizó por su parte una escultura de hierro que fue presentada en el santuario. “Esta estructura refleja mi dolor. La hice para que la gente que pase sepa lo que pasó en Cromañón”, indicó.

Leonardo fue la persona que entró en julio de este año al boliche para recuperar alguna de las pertenencias de las víctimas luego de que el Tribunal Oral en lo Criminal N° 24 de la Ciudad decidiera devolverle la llave del inmueble a su dueño, Rafael Levy. “Cuando ingresé no había nada -dijo-: se encargaron de tirar la memoria de los chicos”.

 

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