Objeciones que ponen en la mira a los micros de dos pisos
Edición Impresa | 9 de Diciembre de 2019 | 03:00

Hace muchos años, a raíz del vuelco de un micro de dos pisos en la ruta 2 que se tradujo en la muerte de más de quince pasajeros, un especialista en el tema advirtió en este diario sobre los peligros que implica la presencia de tales vehículos, aludiendo a su inestabilidad y a la falta de uso de cinturones de seguridad, además de haber señalado también como agravante la gran cantidad de materiales plásticos que se usan en el interior de esas unidades y que resultan altamente inflamables.
Una investigación realizada en este diario permitió conocer que en los últimos tres años se han registrado en rutas argentinas al menos dieciséis vuelcos de micros de doble piso, con el terrible saldo de 66 víctimas fatales y 270 heridos, en una situación que, como dijeron los peritos consultados, habla de la inestabilidad de esos modelos y de la falta de uso del cinturón de seguridad de los pasajeros, entre otras de las causas.
Tales consideraciones surgen a partir de la tragedia ocurrida días atrás por el vuelco de un micro de estudiantes egresados, que le costó la vida a dos nenas de 11 años de edad en la ruta 2. Se trató, otra vez, de un ómnibus de dos pisos y debe hablarse, también, de otro accidente, esta vez en Mendoza, cuando una unidad de esas mismas características perdió el control, se cruzó de carril, circuló a contramano por uno de los accesos a la capital y terminó incrustada contra un poste de luz.
La lista reciente incluye al accidente ocurrido en julio pasado en Tucumán, que le costó la vida a quince jubilados; o dos vuelcos de micros, también de dos pisos, en rutas mendocinas que dejaron un saldo de treinta y cuatro pasajeros fallecidos. Tal como se señaló en el informe publicado, se trata de un costo exorbitante considerando que en el centro de todos estos episodios se halla un modelo de transporte seriamente cuestionado por los expertos en seguridad vial y que esas tragedias continúan repitiéndose sin dejar ninguna lección.
Mientras que en gran parte del mundo los micros de dos pisos se utilizan sólo para trayectos urbanos muy cortos -o están prohibidos por su inestabilidad- en la Argentina conforman la mayor parte del parque de transportes de larga distancia.
Por su capacidad de trasladar a mayor cantidad de pasajeros a menor costo, este modelo de carrocería no ha parado de ganar terreno en las empresas de transporte desde que apareció a principios de los noventa tras el desmantelamiento del ferrocarril. Los peritos no dudan en señalar que, por tener el centro de gravedad más alto, son vehículos propensos a volcar y que por ello están prohibidos en la mayoría de los países del mundo.
Se ha dicho siempre que la mayoría de los accidentes de colectivos en las rutas no ocurren sólo por imperio de la fatalidad, sino que ellos traducen deficiencias mecánicas, fallas humanas o defectos en las rutas, de modo que lo que importa es atacar esas causas y tratar de reducirlas al mínimo. Desde luego que sobran fórmulas que permiten ir avanzando en busca de ese logro.
Las autoridades responsables debieran profundizar análisis sobre estas cuestiones y, en lo concerniente la existencia de unidades cuyas carrocerías pueden convertirlas en riesgosas para la vida y la integridad física de pasajeros y conductores, requerir dictámenes técnicos precisos y, llegado el caso, actuar en consecuencia. Los bienes aquí mencionados, que deben ser protegidos en forma prioritaria, son insoslayables y no pueden ser relegados por ningún otro.
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