Presiones sobre el dólar: ¿Cambia el escenario económico?

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Por GUSTAVO REYES (*)

En las últimas 3 semanas, el dólar parece haberse despertado luego de una siesta que empezó cerca de fines del año pasado. La mejora del contexto externo junto con el cumplimiento de las metas comprometidas por las autoridades económicas en el acuerdo con el FMI, habían permitido tregua en el mercado cambiario. Este contexto parece comenzar a ser amenazado en las últimas semanas.

Hacia fines del 2018, la desaceleración en la inflación en Estados Unidos junto con los pronósticos de menor crecimiento económico, redujeron las expectativas de aumentos en la tasa de interés de corto plazo y generaron también una caída en las tasas de los bonos de largo plazo.

El mal dato de la inflación de enero detonó un aumento en las expectativas de devaluación

 

Las menores tasas americanas de largo plazo permitieron que el clima financiero en el mundo se relajara, que los precios de las acciones se recuperen tanto en los países. A partir del 5 de febrero, esta dinámica empezó a cambiar, aunque muy lentamente por ahora. Si bien la tasa de los bonos en Estados Unidos no tuvo cambios prácticamente, la prima de riesgo de los países emergentes comenzó a subir y los precios de las acciones en estos países dejaron de recuperarse.

En Argentina, en sintonía con el mundo emergente, también comenzaron a observarse los mismos efectos: subió la prima de riesgo, se detuvo la recuperación de los mercados accionarios y las expectativas de devaluación dejaron de caer.

Por otro lado, las autoridades del Banco Central a fines de enero comenzaron a acelerar el ritmo en la baja de la tasa de interés de las Leliq. De esta forma, entre el 5 y el 13 de febrero mientras la prima de riesgo comenzaba a aumentar y se detenía la caída en las expectativas de devaluación, el Banco Central en Argentina continuaba reduciendo las tasas de interés. La caída en las tasas de las Leliq junto con el aumento en la prima de riesgo y el freno en la caída de las expectativas de devaluación, volvieron negativa la brecha entre el rendimiento en pesos de las Leliq con los retornos esperados (en pesos) de las inversiones en dólares generando nuevamente presiones en el mercado de divisas. Algo similar, pero con menor intensidad, había sucedido a mitad de noviembre y de diciembre del año pasado.

El mal dato de la inflación de enero (dado a conocer el 14 de febrero), bastante por encima de lo esperado, tampoco ayudó y detonó un aumento en las expectativas de devaluación. El Banco Central tomó nota del nuevo escenario y comenzó a subir nuevamente las tasas de interés de las Leliq. No obstante, como el nivel de estas últimas aún se encuentra por debajo del retorno esperado en pesos de las inversiones en dólares (Tasa USA + Prima de Riesgo + Expectativas de Devaluación), el precio de la divisa ha continuado su camino ascendente.

La Argentina viene de sufrir una especie de “ACV”2 en su economía durante el 2018 y la salida de este proceso no resulta rápida ni está exenta de riesgos. El escenario externo es claramente uno de ellos. Los otros dos riesgos principales están dados por una alguna posible complicación del contexto político - social 3 y por las sospechas de incumplimiento de los compromisos asumidos con el FMI debido al proceso recesivo.

 

(*) Economista Ieral

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