Dólares, joyas y tensión en el robo a un empresario en un country de City Bell
Edición Impresa | 24 de Febrero de 2019 | 03:47

De madrugada, rápidos y sin dejar rastros, tres ladrones se llevaron miles de dólares y joyas de la casa de un empresario en el Country Lomas de City Bell tras vulnerar el cerco perimetral del barrio y dejar a toda su familia atados.
El caso, que conmovió al vecindario, registra algunos antecedentes cercanos en ese y otros barrios cerrados situados de la Región. Entre ellos el asalto a familiares del jugador de Estudiantes, Pablo Lugüercio.
Según informaron fuentes de la Policía y la Justicia, todo sucedió en la casa de Raúl Martín, un hombre de 70 años cuya familia está vinculada con la proveedora de servicios de auditoria médica en la Dirección General de Cultura y Educación y la ANMAC (ex Renar, encargada de las licencias para portación de armas) Dienst Consulting y a un grupo de medios de comunicación.
El episodio tuvo lugar minutos después de las 2, en una de las fincas emplazadas en el predio que va de 148 a 155 y de 474 a 476, y por el que se accede desde 467 (ex 11).
Según pudieron reconstruir los investigadores, los delincuentes eran tres e ingresaron al barrio cerrado ta través del cerco con dos alambrados (uno electrificado). Eligieron el vértice entre la línea paralela a la calle 155 y un predio lindero a Lomas. Sacaron provecho de la oscuridad que hay en ese sector debido al campo vecino.
Amparados por la noche, se escabulleron por el terreno hasta llegar al objetivo. Se desconoce si lo habían “marcado” de antemano o si se trató de un golpe al voleo.
Lo cierto es que, conforme a lo señalado por los voceros, se introdujeron en el inmueble tras forzar una ventana. Nadie los escuchó.
En esa habitación de la edificación, descansaba el padre del propietario, un hombre de 70 años, que fue sorprendido por sendas armas de fuego que lo apuntaban.
minutos tensos y escape
Según el testimonio de la víctima, los tres delincuentes estaban armados y eran mayores de edad. Lo redujeron y pasaron al siguiente morador.
En ese momento se encontraban también el dueño, identificado como Esteban Pablo Martín, de 35 años; una mujer de 31; los dos hijos de Martín, uno de tres años y el restante cinco meses.
Mediante amenazas e insultos, los ladrones los reunieron en una sala y seguidamente exigieron la entrega de dinero en efectivo y objetos de valor.
Fueron minutos de extrema tensión, en los que los adultos temieron por los dos menores, si bien se descartó que en esa secuencia haya habido violencia física de los asaltantes.
Un portavoz de la investigación refirió que se alzaron con la suma de 20 mil dólares, dos alianzas de oro y una pistola Bersa semiautomática calibre 9 mm. No obstante, fuentes judiciales manifestaron que no descartan que el botín haya sido más cuantioso.
Los malvivientes revisaron el resto de las habitaciones, hasta que estuvieron satisfechos con lo obtenido. Parecía que la pesadilla se había terminado, pero todavía quedaba algo. Para cubrir su huida y evitar alarmas, maniataron a los tres adultos y los encerraron en uno de los cuartos.
Luego, emprendieron la fuga, por el mismo lugar por el que entraron: hacia 155 y después a 467, puesto que, hacia el este, el arroyo Rodríguez interrumpe la senda.
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