Condenan a uno de los cardenales más influyentes del Vaticano por pedofilia
Edición Impresa | 27 de Febrero de 2019 | 01:51

MELBOURNE, AUSTRALIA
El cardenal australiano George Pell, que se desempeñaba como secretario de Economía del Vaticano (uno de los mayores cargos en la Santa Sede), fue hallado culpable de abusos sexuales a dos menores por una corte de Melbourne, convirtiéndose así en el más alto responsable de la Iglesia católica condenado en un caso de pedofilia.
La corte de Melbourne (sur de Australia) declaró al cardenal, de 77 años, culpable de un cargo de agresión sexual y de otros cuatro cargos de atentado al pudor contra dos monaguillos que entonces tenían 12 y 13 años, por unos hechos ocurridos en los años 1990 en la sacristía de la Catedral de San Patricio de Melbourne, donde Pell era arzobispo.
Pell fue reconocido culpable, entre otros cargos, de haber obligado a uno de los niños a practicarle sexo oral y de haberse masturbado frotándose contra el cuerpo de otro adolescente.
La Santa Sede anunció más tarde ayer, a través de su portavoz Alessandro Gisotti, que Pell “ya no es prefecto del secretariado para la Economía”, refiriéndose así al tercer cargo más importante del Vaticano.
George Pell fue nombrado en ese puesto en febrero de 2014, y el mandato dura por lo regular cinco años. El Papa le otorgó a Pell en 2017 un permiso especial para viajar a Australia a defenderse, y desde entonces el cardenal, si bien mantenía el cargo, no había podido ejercerlo.
El veredicto en contra de Pell fue dado el 11 de diciembre por un tribunal, pero solo fue hecho público ayer por razones legales, luego de que la acusación desistiera de un segundo juicio por otros cargos. “El cardenal George Pell siempre defendió su inocencia y sigue haciéndolo”, indicaron sus abogados, que ya presentaron la apelación.
La condena es una nueva bofetada para una Iglesia católica que acaba de organizar una cumbre histórica sobre la lucha contra la pedofilia, al final de la cual el papa Francisco prometió el domingo “una lucha a todos los niveles” contra el flagelo, aunque tiene dificultades para convencer a las víctimas de su respuesta frente a la gravedad y la amplitud de los crímenes de pedofilia en sus rangos.
“Es una noticia dolorosa”, afirmó la Santa Sede, que expresó su “profundo respeto” por la justicia australiana y a la vez recordó que el cardenal Pell “reiteró su inocencia y tiene derecho a defenderse hasta la última instancia”.
No obstante, el papa Francisco confirmó la prohibición, de manera cautelar, del ejercicio público del ministerio sacerdotal y el contacto, en cualquier modo y forma, con menores de edad al cardenal Pell, hasta que se agoten todas las instancias de apelación y haya sentencia firme.
Pell se encuentra en libertad condicional pero podría ser puesto bajo arresto hoy y ahora la Justicia australiana tendrá que determinar la pena que se espera se anuncie en la primera mitad de marzo y se enfrenta a una condena de unos 10 años de cárcel.
Uno de los monaguillos víctimas de Pell falleció en 2014. El otro dijo en un comunicado publicado ayer por su abogado que el proceso legal es estresante y “aún no terminó”. “Como muchos sobrevivientes, he experimentado vergüenza, soledad, depresión y dificultades. Como a muchos sobrevivientes, me llevó años comprender el impacto que tuvo en mi vida”, dijo la víctima, que no fue identificada públicamente.
A las puertas de la corte, defensores de otras víctimas de abusos recibieron a Pell con gritos de “monstruo” y “púdrase en el infierno”, a su salida al término de la audiencia.
El caso de Pell causó conmoción en Australia, donde lidera las voces conservadoras en temas como el matrimonio homosexual y el cambio climático. Una comisión que investiga los abusos a menores dijo en un informe el año pasado que decenas de miles de niños fueron víctimas de abusos sexuales en iglesias, orfanatos, clubes deportivos, grupos juveniles y escuelas de Australia durante generaciones, en un país en el que una de cada cinco personas son católicas, unos cinco millones en total. (AFP y EFE)
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