Cariló cierra un febrero a pleno con fuertes expectativas para el feriado largo que se viene

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Gustavo Papa

gustavopapa@eldia.com

Cariló cierra una de las mejores temporadas de la última década. Con alta ocupación hotelera, un fuerte movimiento comercial, y con playas y el centro comercial a tope jornada tras jornada el balance es más que positivo para la joya turística de la costa atlántica bonaerense. Aún más, se aguarda con fuerte expectativa y reservas alentadoras el próximo fin de semana largo de carnaval y hay numerosas consultas para Semana Santa.

“Desde 2010 que no se ve un febrero tan intenso”, asegura uno de los hoteleros de la zona de la avenida Avutarda, a pocos pasos de la playa. Esa afirmación tiene sus números concretos. Según Febe Rojas, secretaria de la Asociación de Hoteles de Turismo filial Pinamar Cariló, “hubo un 100 por ciento de ocupación durante enero y la primera quincena de febrero 2019 y más del 85 por ciento en la segunda quincena de este mes. En comparación con los números de febrero de 2018, creció entre 3 y 5 por ciento, aproximadamente”.

“Ha sido una temporada muy buena en ocupación, pero no tanto en rentabilidad para el sector hotelero, porque la mayoría optó por no aumentar las tarifas en relación a la inflación que hubo en 2018”, agregó Rojas.

En Cariló hay 120 emprendimientos para alojar huéspedes entre hoteles, hosterías, apart hoteles y departamentos con servicios de hotelería. Este último, los departamentos, fue el rubro que más creció en la localidad perteneciente a Pinamar.

En tanto, remarcaron desde la asociación hotelera que “desde hace cuatro años que no se habilita un nuevo hotel en Cariló, pero si se han sumado departamentos con servicio de huéspedes”, indicaron en la asociación hotelera de Pinamar-Cariló.

Otro fenómeno que se observó en la zona de la playa fue el aumento exponencial de la denominada “playa pública”, ubicada entre el mar y los sectores de los paradores y espacios reservados por los hoteles para el servicio de playa, que desde el año pasado cuenta con pasarelas de acceso renovadas y ecológicas, que se suma a la transformación que desarrollaron los paradores con una remodelación y refuncionalización con miras a preservar el medio ambiente.

En el rubro comercial también se observó un fuerte movimiento jornada tras jornada. Desde las 17, resultó una tarea casi imposible encontrar estacionamiento en las calles Divisadero, Avellano, Boyero, y adyacencias. Volvieron las listas de espera para ir a comer en los locales gastronómicos de casi todos los rubros y distintos comerciantes consultados aseguraron que “la venta fue buena durante esta temporada y mucho mejor que en el verano anterior”.

Un párrafo aparte para el aumento en las velocidades que desarrollaron este año los automovilistas particulares, taxistas , choferes de camiones, lo que pone en riesgo la seguridad vial de los turistas en un espacio donde el peatón siempre fue la prioridad. La preocupación creció aún más en este 2019, tras un accidente fatal que ocurrió en la avenida Avutarda, una de las más transitadas del balneario.

 

 

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