Motín y detención de un par de “mayores” en un instituto de menores de Abasto
Edición Impresa | 11 de Marzo de 2019 | 02:15

En horas de la madrugada del domingo, el centro cerrado Copa, un instituto de menores de la Provincia situado en 520 y 226, Abasto, fue escenario de una revuelta en la que resultaron heridos tres asistentes de la planta de personal y hubo destrozos en oficinas y una cocina. Fueron detenidos dos jóvenes de 18 y 19 años acusados de mantener cautivo al personal.
Según informaron fuentes judiciales y policiales la reacción se tornó violenta. A los responsables se los acusa de atacar a tres celadores del Centro y provocarles lesiones leves a dos.
Las fuentes consultadas no pudieron precisar los motivos esgrimidos en esa reacción, pero no se trataría de un intento de fuga: los jóvenes exigían la presencia del director de la institución, Roberto Carrillo.
La tensión comenzó con la llegada del domingo, según la reconstrucción que realizó el fiscal penal en turno, Marcelo Romero (UFI Nº 6) en base a testimonios del personal del Centro y la actuación del personal policial.
Tres internos, del total de los 23 que aloja la institución dependiente del Estado Provincial, abordaron a los asistentes a cargo en esas horas de la madrugada y los dejaron fuera de acción. A uno lo encerraron en un baño. A otro le colocaron un anillo de las esposas en una muñeca y el otro lo aseguraron en una reja.
No se aclaró en qué situación quedó el tercer asistente, pero en el inicio de la investigación, se dio por probado que dos fueron golpeados y los tres privados de su libertad en forma ilegal.
Según la fiscalía, el grupo de revoltosos, que comparte una de las habitaciones, logró así tomar el control del centro.
En base a los testimonios del personal y de otros internos se estableció que el grupo era liderado por un menor de 16 años y tenía roles y tareas asignadas, como si ejecutasen un plan. Lo acompañaron los jóvenes de 18 y 19 años que cumplen condenas por delitos dentro de esta institución a instancias de una aplicación normativa que permite seguir allí aún cuando traspasan la barrera de la mayoría, en caso de recibir calificación de buena conducta.
Una fuente del sistema de minoridad de la Provincia, en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social, indicó que “no quedó claro” el motivo de la violencia, pero la hubo no solo contra el personal: “hay computadoras destrozadas, papeles quemados en las oficinas, mucho desorden y una cocina con daños”, se detalló.
Según esos cálculos oficiales, el Copa es un centro con baja conflictividad interna y buenas condiciones de alojamiento: “tienen pileta de natación y hace una semana se colocó aire acondicionado”. En esa línea, se añadió que “el chico señalado como líder, estaba en condiciones de irse este lunes”. Los otros dos se irán: “con esta situación y la acusación, pasarían a una cárcel”, adelantó un funcionario judicial vinculado a la causa.
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