May lucha para evitar otra derrota legislativa del acuerdo del Brexit

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ESTRASBURGO, Francia

La primera ministra británica, Theresa May, se reunió ayer en Estrasburgo con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en un último esfuerzo por salvar el acuerdo del Brexit. Tras la negociación, May anunció haber logrado “cambios legalmente vinculantes” en el acuerdo.

“Los diputados tenían claro que se necesitaban cambios legales en la salvaguarda irlandesa. Hemos conseguido cambios legales”, dijo May en una rueda de prensa con Juncker, la víspera de que presente hoy de nuevo al Parlamento británico el acuerdo de divorcio con las garantías obtenidas.

A su turno, Juncker advirtió que la retirada de Reino Unido podría no producirse, si no se aprueba el acuerdo de divorcio negociado con Londres. “Es este acuerdo o el Brexit podría no tener lugar”, subrayó el líder europeo.

Los diputados británicos deben votar de nuevo hoy sobre el acuerdo para la salida británica de la Unión Europea (UE) prevista el 29 de marzo con las eventuales garantías. Casi tres años después del referéndum de junio de 2016, en que un 52% de votantes se declaró a favor de salir de la UE, el tiempo apremia a la conservadora May.

Si nada cambia, el país debe abandonar el bloque el 29 de marzo y, ante la falta de un acuerdo, crece el temor de que se vea abocado a hacerlo brutalmente, lo que tendría dramáticas consecuencias económicas y sociales para el país.

El acuerdo que May negoció arduamente durante año y medio con la UE fue estrepitosamente rechazado por los diputados británicos en enero. La primera ministra prometió entonces renegociar con Bruselas su punto más conflictivo: la salvaguarda irlandesa, un mecanismo para evitar la reinstauración de una frontera física entre la República de Irlanda -país miembro de la UE- y la provincia británica de Irlanda del Norte.

May se enfrenta hoy a la posibilidad de otra humillante derrota, a raíz de la cual podría incluso verse expulsada del cargo. En enero, solo 202 diputados votaron a favor del acuerdo y 432 en contra, entre ellos más de cien rebeldes de su propio Partido Conservador.

Si los diputados tumban de nuevo el texto, May se comprometió a organizar mañana miércoles otra votación para que se pronuncien a favor o en contra de un Brexit sin acuerdo. Si esto también es rechazado, el jueves debería haber un tercer voto sobre la posibilidad de pedir a la UE un aplazamiento de la fecha del Brexit.

Pero este necesitaría la aprobación por unanimidad de los líderes de los otros 27 países del bloque y estos ya advirtieron de que solo lo considerarían si tiene un propósito claro. Y no simplemente para seguir prolongando un bloqueo que consideran motivado por cuestiones de política interna británica. (AFP)

 

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