La solución salió desde el banco de los relevos

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Era un 0 a 0 sentenciado y sin emociones. Casi sin situaciones a favor, salvo las pelotas paradas de Víctor Ayala, el Lobo no encontraba formas ni caminos para siquiera alterar a un Newell´s que no sufrió durante el trámite jugado en el Juan Carmelo Zerillo.

Sin embargo, el Indio movió fichas y encontró en los relevos la fórmula que le terminó dando el triunfo y tres puntos que valen oro, no sólo en la actualidad, sino también a futuro.

Los ingresos de Horacio Tijanovich, Lautaro Chávez y Jesús Vargas le otorgaron velocidad y frescura a un equipo que se ahogaba en la parsimonia. La movilidad de los tres, empujados por la conducción de Ayala le dio al Lobo esa energía que necesitaba para salir del letargo y por lo menos mover la aguja de un cotejo “quieto”.

El ex Defensa fue el primero en meterse en el verde césped y justamente el que le dio la alegría a la gente albiazul. Tijanovich ingresó por Mansilla al inicio de la segunda etapa y demostró una vez más esa característica constante de buscar a través de su velocidad.

Seguido al punta, fue el turno de Chávez, otro rapidito, para intentar desbordes que alimentaran a Hurtado, pero del lado izquierdo de la ofensiva.

Por último, el turno de Vargas, que había tenido una enorme presentación ante el Rojo. El venezolano volvió a mostrar algo similar. Veloz y encarador, le puede dar mucho al Indio.

Ahí estuvo la clave y las soluciones para un partido que cambió el reproche y los silbidos de la parsimonia, por la alegría enérgica de tres puntos de oro.

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