Para la familia del médico salvajemente asaltado, en Villa Castells "está todo muy complicado"

Tras la pesadilla que vivió el profesional de 76 años en su casa de 11 y 489, donde lo quemaron con agua hirviendo y lo golpearon sin mediar palabras, su hija contó que se mudó al barrio hace poco y ya van dos veces que cae en manos de la delincuencia. Los vecinos, conmocionados, exigen medidas urgentes

María Emilia es la hija de Mario, el médico de 76 años que esta madrugada sufrió en su casa de Villa Castells un salvaje asalto a manos de dos sujetos armados y desbordados de saña y furia. Tras enterarse del horror, dejó su casa en La Plata y se dirigió enseguida hasta la finca de su padre en 11 y 489 para acompañarlo y cuidarlo. 

Aferrada al portón que separa la propiedad de la vía publica, la joven expresó que Mario "está en estado de shock y tiene partes del cuerpo con ampollas a causa de las quemaduras. Le echaron agua hirviendo". Al recordar lo que le contó su papá, dijo que "lo ataron de pies y manos, le dieron vuelta toda la casa porque querían dinero".  "Cuando vieron que mi papá no tenía plata, se llevaron un televisor led, el celular y su camioneta, que quedó hecha pomada porque terminaron en una zanja", prosiguió.

La joven se mostró conmocionada por lo ocurrido. Es que Mario vive allí desde fines del año pasado y en estos pocos meses que lleva como vecino  ya fue víctima de dos episodios delictivos. El primero había ocurrido semanas atrás, en un almacén ubicado casi enfrente de su casa. Allí dos delincuentes en moto tomaron el comercio por unos minutos para cumplir con el cometido y a él le sustrajeron dinero en efectivo.

En este marco, deslizó que en Villa Castells "está todo muy complicado" en materia de seguridad. "Estamos averiguando para poner una cámara en el barrio pero tampoco se ponen de acuerdo los vecinos", agregó. El destacamento policial, como se sabe, se encuentra a unas pocas cuadras, a la altura de 13 y 496, Mientras tanto, esperaba que su papá se repusiera física y psicológicamente para empezar a superar este difícil trance.

Para los vecinos, el caso es parte de una ola de robos que desde un buen tiempo a esta parte se asentó en ese sector de la ciudad, nada más que el tenor de la violencia usada por los ladrones hace pensar de que el final pudo haber sido mucho peor, por lo que el asunto de la inseguridad vuelve a estar otra vez en boca de todos.

Julio, comerciante lindero a la casa de la víctima, señaló que "está muy difícil, tengo un negocio a mitad de cuadra y me entraron hace un mes a punta de pistola. Me robaron la recaudación del día, nos apuntaron con la pistola. No sabés qué va pasar. Sería buen que nos comprometamos todos los vecinos".

Del mismo modo, Carla, otra vecina del damnificado, manifestó que "el barrio necesita seguridad y la idea es que empiecen a patrullar el barrio. Esa es la solución. Tenemos alarmas en nuestras casa pero no alcanza eso. Que la policía patrulle para sentirnos más protegidos"

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