Casco de Malvinas: lo compraron y ahora volverá a manos de su viejo dueño

El comprador lo donó y negó a identificarse. “Lo dejaré en la bóveda de mis padres”, dijo el ex soldado del regimiento platense

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El veterano de la Guerra de Malvinas que buscaba recuperar el casco que “le salvó la vida en la batalla de Monte Longdon”, recibió en las últimas horas un llamado anónimo con la promesa de enviárselo en los próximos días desde el Reino Unido y dijo ayer que, una vez que lo vuelva a tener en sus manos, lo depositará en la bóveda del cementerio donde descansan los restos de sus padres, en la localidad de Lanús.

“Tengo la promesa que el casco volverá a mis manos. Una vez que eso ocurra, y después de agradecer y mostrarlo a todos los que quisieron ayudarme a recuperarlo, lo llevaré a la bóveda del cementerio de Lanús, donde descansan los restos de mis padres”, dijo ayer Jorge Alberto Altieri, el hombre de 56 años que, salido del Regimiento 7 de La Plata, fue gravemente herido durante la guerra con el Reino Unido de 1982.

Altieri expresó su emoción por la noticia que llegó a través de un “número privado” de “alguien con acento argentino que no se identificó”, pero que le aseguró que “con el próximo correo que hace la Embajada argentina en Londres, el casco va a llegar a mis manos”.

Después de la guerra, como se informó oportunamente, el hombre vendió bolsas de residuos en la zona del Planetario, en la ciudad de Buenos Aires, por la discapacidad que contrajo tras sufrir la pérdida de un ojo durante la batalla de Monte Longdon, hace 37 años. Hoy, a pocos días de concretar el sueño de volver a tener el casco que impidió que muriera en la guerra, cree que está muy cerca de cumplir con esa decisión de ofrecer a la memoria de sus padres lo que “él fue capaz de hacer por recuperar las islas”.

“Mucha gente quiso ayudarme y hasta empezaron a organizar para hacer una colecta y poder comprar el casco cotizado en unos 520.000 pesos. Yo dije que no, que era demasiado, que había muchas necesidades para gastar ese dinero en el casco. Pero llegó esa llamada y me cambió la vida”, señaló Altieri, quién contó que un amigo “habló con el embajador inglés en Argentina para desestimar que fuera una broma de mal gusto”.

El casco estuvo en la subasta por última vez el jueves cuando la base era de 10.500 libras (13.000 dólares o 520.000 pesos) pero el dueño lo retiró y al día siguiente ocurrió la llamada anónima al ex combatiente.

Altieri, que trabajó en PAMI y recibe una pensión retroactiva a 1990, integra el Centro Argentino de Heridos en Malvinas y busca que el Estado les reconozca a los que sufrieron discapacidad y a los familiares de los soldados que murieron en la guerra, el dinero de las pensiones pero retroactivo a 1982.

El ex soldado lucha por recuperar su casco desde hace cuatro años, cuando un amigo le avisó que estaba en una subasta en internet en Londres. Lo reconoció a través de las fotos en las que se veía el agujero de la esquirla y la etiqueta que Altieri había puesto con su nombre y regimiento del lado de adentro del casco.

El veterano llegó a ofrecerle al último dueño 1.000 libras, pero años después el casco volvió a la subasta con una base de 10.500 libras hasta que salió del ruedo el jueves pasado.

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