Para que las tormentas no pongan en riesgo a la Región, faltan obras

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La frecuencia cada vez mayor con que se registran tormentas en nuestra ciudad, caracterizadas por lluvias intensas, fuertes vientos e incluso granizadas que causan enormes daños, demuestra que los distintos sistemas de desagües siguen mostrando deficiencias que explican la reiteración de inundaciones parciales y anegamientos en distintos barrios y localidades vecinas. La situación es, claro, extensiva a ciudades vecinas.

En ese contexto acaba de informarse que la Municipalidad local gestiona fondos con Provincia y Nación, para impulsar otra etapa de obras hidráulicas destinadas a construir tres aliviadores, cinco reservorios, más puentes y otros trabajos complementarios, que se sumarán así a las grandes obras ya finalizadas recientemente, como la ampliación y canalizado del arroyo El Gato y su red de tributarios.

Tal como se detalló ayer en este diario, el escurrimiento pluvial de la Ciudad requiere de algunos entubamientos troncales e innumerables conductos auxiliares, reservorios y alcantarillas para ser eficaz. Un paquete con estas obras de “perfil bajo”, pero cruciales para usufructuar las grandes intervenciones recientemente inauguradas, sería lanzado por la Comuna en el corto plazo, según se anunció.

Desde hace muchos años se señaló en esta columna, en base a la opinión de reconocidos expertos, que una de las fallas principales del desagüe de la Ciudad se encuentra en la saturación de la capacidad de las bocas de tormenta que, por encontrarse obstruidas, no canalizan debidamente hacia las redes troncales de desagües el voluminoso caudal de las agua que las demanda, generándose a partir de allí los anegamientos parciales.

Se detalló así que, entre otros, los nuevos emprendimientos estarán vinculados con el tendido de aliviadores bajo las calles 11, entre plaza Moreno y el canal del Gato, 15, entre 36 y el curso de agua, y 17, entre 33 y el arroyo ahora totalmente encamisado en hormigón. Asimismo se excavarán cinco grandes reservorios en la cuenca alta del Gato, proyectándose un nuevo puente sobre este curso de agua, así como la de nuevos pasos, entubamientos y otras obras sobre distintos arroyos de la zona.

En muchas oportunidades se aludió en esta columna a la necesidad imperiosa de que se desobstruyan en forma continuada las redes secundarias de desagües, a la vez que también deberían intensificarse las tareas de zanjeo y limpieza de los pequeños canales que en la periferia vierten sobre los arroyos, la mayoría de ellos, habitualmente tapados por pastizales o escombros. No así buena parte de los arroyos, que han sido canalizados debidamente en los últimos años.

Está claro que, así como resultó esencial que se cumpliera en forma prioritaria con el plan de grandes obras hídricas para La Plata, es imperativo irradiar trabajos tendientes a ampliar y modernizar el sistema integran de desagües, incapaz como se encuentra -y las pruebas de ello, lamentablemente, no dejan de presentarse ante cada tormenta- para absorber los volúmenes de agua que caen sobre ella.

Además, como se dijo, resulta imprescindible que se atienda al sistema secundario que corre por el centro, en barrios y varias localidades vecinas, despejándose a los ductos principales, a las cañerías, a los registros, bocas de tormentas y zanjas, habitualmente tapados por hojarascas y todo tipo de residuos.

 

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