En Venezuela, el apagón no da tregua y siguen las protestas

El suministro de energía eléctrica se restableció por pocas horas, pero luego volvió a interrumpirse. Hubo cacerolazos y el gobierno reiteró sus denuncias de “sabotaje”

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CARACAS

Cuando parecía que el servicio eléctrico empezaba a normalizarse, los venezolanos fueron estremecidos ayer una vez más con una nueva falla que afectó a Caracas y al menos a dos decenas de estados como parte de una serie de apagones nacionales que se registran a diario en el país caribeño desde el 7 de marzo.

El apagón de ayer se registró a las 9.40 de la mañana, desatando la ira de muchos que hicieron sonar cacerolas en balcones y ventanas de los edificios y gritaban groserías dirigidas al presidente socialista Nicolás Maduro, a quien consideran responsable de las fallas eléctricas. En algunos de los 23 estados del país, el servicio se reanudó minutos después, informaron líderes locales.

Los expertos señalan que las fallas son consecuencia de una corrupta e incapaz administración que se traduce en la falta de mantenimiento del sistema eléctrico nacional.

Las instalaciones eléctricas están casi en ruinas, particularmente las centrales termoeléctricas que en otros tiempos conformaban el sistema de respaldo en caso de una avería en la hidroeléctrica de Guri, que suministra el 60% de la energía del país.

Las termoeléctricas sólo operan al 10% de su capacidad, de acuerdo con cifras de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines.

“Esto no lo aguanta nadie, pasamos casi todo el día sin luz, no hay agua desde el lunes (de la semana pasada), no se puede llamar por teléfono, no podemos pagar con tarjetas, ni comer”, aseguró Karina Camacho, una ama de casa de 56 años, que vio frustrada la compra de un pollo porque justo después de pedirlo ocurrió el apagón y la balanza eléctrica y el dispositivo de pago de tarjetas de crédito dejaron de funcionar.

Los acueductos en la mayoría de las regiones del país siguen sin operar y el sistema de trenes subterráneos de la capital, que transporta diariamente en promedio a tres millones de personas, dejó de prestar servicio. El funcionamiento de internet y los teléfonos fijos y móviles es intermitente desde el 25 de marzo.

Desde el 7 de marzo, cuando se registró el primero y hasta ahora el peor de los apagones de la historia venezolana, el gobierno de Maduro ha denunciado que los cortes de energía son consecuencia de varias causas, desde “ataques electromagnéticos” dirigidos por Estados Unidos hasta un ataque con armas de fuego a una instalación eléctrica.

“Un nuevo apagón por culpa de los usurpadores... no pudieron con la electricidad, ni con el agua, ni con la economía”, escribió en Twitter el jefe de la Asamblea Nacional (parlamento de mayoría opositora), Juan Guaidó, quien en enero se declaró presidente interino en desafío a Maduro.

Guaidó rechazó en Twitter que las fallas sean fruto de acciones de sabotaje. “No hay sabotaje ni están racionando porque quieren: olvídense de esas matrices” de opinión, aseveró. “Llevaron el sistema eléctrico a un colapso porque son unos corruptos y ahora no pueden solucionarlo porque son unos incapaces”.

En Venezuela, las centrales termoeléctricas están casi en ruinas por falta de inversión

 

Dos de los tres más recientes apagones nacionales se produjeron a las 7.10 de la noche del viernes y sábado, lo que hizo sospechar a muchos que se estaría aplicando un patrón de racionamiento del servicio eléctrico.

“Nunca lo vamos a saber, el gobierno siempre miente, no informa, ni asume su responsabilidad, y cuando dice algo, lo justifica con la payasada de los sabotajes”, expresó Francisco López, un comerciante de 31 años, en alusión a la opacidad informativa que caracteriza al gobierno.

En varios sectores de Caracas, algunos vecinos salieron a las calles a protestar, quemando la basura que suele acumularse en las aceras debido al ineficiente servicio de limpieza urbana; pero muchos de ellos rápidamente regresaron a sus hogares luego de que miembros de supuestos grupos oficialistas armados, conocidos como “colectivos”, fueran vistos recorriendo las principales avenidas de la capital. Esos grupos a menudo disparan indiscriminadamente contra manifestantes para intimidarlos, mientras la policía y los agentes de la Guardia Nacional se mantienen a distancia.

UN ESCENARIO DESOLADOR

En este marco, especialistas advirtieron que la falta de infraestructura, inversión y mantenimiento amenazan con prolongar indefinidamente los apagones masivos.

“Esto va a continuar, la situación es gravísima, vienen más apagones y racionamientos (...) En todo el sistema completo se están generando a duras penas entre 5.500 y 6.000 megavatios de una capacidad instalada de 34.000 megavatios”, indicó Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica y Mecánica (Aviem).

Cabas remarcó que el chavismo se quedó “sin mano de obra calificada”, tras el éxodo de unos 25.000 trabajadores del sector eléctrico, en medio de una diáspora de 2,7 millones de venezolanos que ha emigrado desde 2015.

Además, el gobierno está sofocado por una inflación que treparía a 10.000.000% en 2019, según el FMI, y por una grave escasez de bienes básicos. (AP y AFP)

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