Una mercería se suma a la lista de los negocios del Centro que padecen durante la madrugada

El ladrón destruyó la vidriera para entrar. Ya había armado un botín con mercadería y plata cuando llegó la Policía y lo detuvo

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Se fueron de noche, pensando en un día igual o mejor que el propuesto por el inicio de la semana. Cuando volvieron ayer, había policías, gastos nuevos por encarar y mucho desorden producto de un escruche nocturno en otro negocio del centro de la Ciudad.

Las empleadas de la mercería “Lo que aprendí de Mamá”, situada en diagonal 74 y 9 se encontraron con el complejo panorama a las siete de la mañana. En las inmediaciones del local, un operativo policial y en el interior, la escena del delito.

Este nuevo intento de escruche se suma a episodios de robo registrados durante las últimas semanas, en comercios de la zona. Entre otros casos, a la rotisería y carnicería situada en 5 y diagonal 80, y a la casa de facturas de 44 entre 10 y 11, directamente les robaron las cajas registradoras. Esta vez le tocó a un comercio situado a unos 50 metros, esquina de por medio, con la central de monitoreo del sistema de cámaras de seguridad públicas de la Ciudad.

Por la tarde, Jimena (48), empleada del local, le contó a este diario que “llegué al negocio a las 7 y media de la mañana (de ayer) y me encontré con que estaba la Policía. Así me enteré de que un delincuente había robado acá y que lo habían atrapado. Según lo que nos explicaron los policías, fue a las 4 de la madrugada”.

Con la zona “en reposo”, el ladrón se metió a la fuerza en el negocio: “con una barreta hizo palanca en la vidriera e hizo así caer un vidrio entero”.

Cumplida su premisa de acceder al interior del comercio, “agarró una pila de dinero en cambio que había en la caja registradora. Y como no era mucha la plata, llenó tres ó cuatro bolsas con mercadería y una tijera”, detalló Jimena.

En el comercio calculaban ayer que cuando el delincuente ya se aprestaba a escapar con el botín, la Policía llegó oportunamente y lo sorprendió dentro del local en plena maniobra dolosa.

En tal sentido, Jimena explicó que “lo que pasa es que alguien del edificio se despertó por el estallido de la vidriera y avisó al 911”.

Sobre el ladrón, la vendedora dijo que “no es menor de edad, como muchos de los que deambulan por esta zona”.

También señaló que “es el primer robo que se da en el local desde que abrió hace un año, pero ya tuvimos algunos intentos de hurtos de mercaderías y hasta de nuestros celulares”.

Otra vendedora, Agostina (39), comentó por su parte a este diario que “en dos ocasiones quisieron forzar con una barreta la cortina del frente, pero no lo lograron. La última vez fue hace dos semanas”.

Jimena y Agostina no dejaron pasar por alto que “hay un grupo de pibitos que entran seguido a pedir dinero y si no les das, por ahí en un descuido te sacan algo”.

Coincidieron en consignar que “la misma situación se vive en otros negocios de diagonal 74. Incluso, hemos visto a personas sentadas en los bancos que están sobre la diagonal, en algunos casos comiendo un sandwich, y estos chicos se les han acercado y les han robado”.

En la zona hubo quejas de algunos comerciantes en cuanto no sólo a la amenaza latente que les representa la presencia de esos grupos, sino también debido a que “no se ven policías en la zona, y eso que estamos en pleno centro de La Plata”.

 

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