Las ferreterías, otro rubro que acusa el golpe del cimbronazo del dólar y la caída en las ventas

Una entidad que nuclea a los ferreteros salió a plantear la “incertidumbre” que el sector atraviesa por la coyuntura económica

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No hay sector económico vinculado al consumo interno que escape a la recesión y la consecuente caída de la actividad. Ahora son los ferreteros de la Región quienes manifestaron su “profunda” preocupación por el escaso movimiento de las estanterías y se autoconvocan para analizar la situación y plantear a las autoridades la necesidad de contar con algún tipo de exención impositiva para hacer frente a la crisis.

Lo peor, precisaron, es la “incertidumbre” en la que viven la cotidianidad de sus locales, tanto en las ferreterías de barrio, más pequeñas, con menos personal y de menor necesidad de infraestructura, como en las más grandes situadas, por lo general, en el caso céntrico platense. “Estamos mal y no sabemos qué va a pasar, y eso, creo, es lo más difícil. Sube el dólar y la mayoría de la mercadería que vendemos sube, pero baja el dólar y en la lista de precios eso no se ve reflejado”, señaló Héctor Bonatto, presidente de la Asociación de Ferreterías, Bazares y Afines de La Plata y Zona de Influencia (FEYBA). La entidad abarca, además de nuestra ciudad, la actividad de las ferreterías de Berisso y Ensenada.

A través de un comunicado, el nucleamiento manifestó su preocupación e instó a “la búsqueda de soluciones alternativas ante la grave crisis que castiga al comercio minorista en general y al rubro en particular”. Apuntó, en ese sentido, a “la caída de ventas, la presión tributaria, el incremento de los servicios, el aumento de costos, principalmente de la mercadería importada”. Todo un “combo” que, sumado al achicamiento de los plazos de pago a los proveedores y las altas tasas del sistema financiero, resulta en una situación de “incertidumbre” que, se aseguró, “erosiona la confianza y aumenta el temor por el futuro comercial”.

Al sector le ocurre que gran parte (un 70 por ciento de todo lo que está a la venta estiman en FEYBA) son productos importados y por tanto, en esos casos, los precios en pesos suben cada vez que la moneda norteamericana se revalúa.

Ahora, el objetivo es reunirse y mantener alguna conversación, por caso, con las autoridades comunales, a quienes los ferreteros les pedirían una exención o algún descuento, que funcione como beneficio para el sector, en las tasas municipales. “Necesitamos algún incentivo, algo que nos reduzca los costos. Sabemos que tampoco le podemos pedir mucho a las pumes o a los pequeños fabricantes, que están en la misma situación que nosotros”, destacó Bonatto.

Gabriela Carmona lleva 30 años en el rubro. Conoce de crisis vinculadas a las políticas económicas del país. Ella asegura que “zafa” de no estar en una situación peor porque el suyo, con local en diagonal 80 y 3, es un negocio familiar, donde no hay costos por empleados. “Eso ayuda bastante -indicó-, pero es cierto que las ventas bajaron poreque hay muchos productos que aumentaron deprecio y la gente no tiene plata para comprarlos. Pasas eso sobre todo con las máquinas; eso no se vende. Lo que sale son las codas chicas: se quema una lamparita y hay que reponerla; pero el resto está todo parado”.

Según los cálculos de Bonatto, en la Región, de octubre del año pasado hasta ahora, la ventas en las ferreterías cayeron alrededor de un 30 por ciento.

Por fortuna, apuntó el comerciante, no se han dado despidos en el rubro.

“Se están haciendo todos los esfuerzos para no llegar a esa instancia; pero es difícil sostenernos”, concluyó Bonatto.

 

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