Día Mundial de la Salud: el desafío aún lejano de garantizar el acceso universal

Según la OMS, la mitad de la población mundial carece de cobertura integral de los servicios sanitarios básicos. Alarmantes estadísticas

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El Día Mundial de la Salud, que se celebra hoy, pone el foco en el acceso a una sanidad universal, un desafío que todavía está muy lejos de cumplirse. Con el lema “Salud universal: para tod@s, en todas partes”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda en esta fecha la necesidad de que todas las personas y comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios de salud de calidad sin tener que exponerse a dificultades financieras.

Según la describe la OMS, la “cobertura sanitaria universal (CSU) abarca toda la gama de servicios de salud esenciales de calidad, desde la promoción de la salud hasta la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos”.

Las cifras, no obstante, describen una realidad alarmante: cerca de la mitad de la población mundial carece de acceso integral a los servicios sanitarios básicos.

“Cerca de 100 millones de personas se ven abocadas a la pobreza extrema (es decir, viven con US$ 1,90 al mes o menos) por tener que pagar los servicios de salud de su propio bolsillo”, advierte el organismo internacional.

En 2015, los países que adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijaron que lograr la CSU es una de las metas en el mediano plazo. Todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas acordaron tratar de alcanzar la cobertura sanitaria universal a más tardar en 2030.

¿De qué manera lograrlo? Según la OMS, “para avanzar hacia la CSU es preciso fortalecer los sistemas sanitarios en todos los países. Es esencial asimismo contar con estructuras de financiación sólidas. Si la gente tiene que pagar la mayoría de los gastos de salud de su propio bolsillo, los pobres serán incapaces de obtener muchos de los servicios que necesitan, e incluso los ricos se verán expuestos a dificultades económicas en caso de enfermedad grave o prolongada”.

Y agregan que “el acopio de fondos procedentes de fuentes de financiación obligatorias (como las contribuciones obligatorias al seguro médico) permiten repartir los riesgos financieros relacionados con una enfermedad entre la población”.

Por ahora, las estadísticas describen una realidad en la que mucho queda por hacer: según la OMS todavía persisten necesidades muy desatendidas. Se estima, por caso, que más de mil millones de personas necesitan pero no reciben atención sanitaria ligada a saneamientos básicos, control de la hipertensión y vigilancia del tabaquismo, y que más de 20 millones precisan son obtenerlo terapia contra el VIH y vacunas contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP3). Además 8 millones de personas carecen de un tratamiento efectivo contra la tuberculosis.

 

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