Tigre descontó sobre la hora y también eliminó a Racing

Por diferencia de goles, el increíble equipo de Victoria que está condenado al descenso, le arruinó la noche al campeón de la Superliga

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El 2-0 de Tigre en Victoria despertó a Racing en la revancha de anoche en Avellaneda. El campeón del último torneo oficial de Primera se hizo cargo del partido ni bien la pelota se puso en movimiento, y por más que sufrió la baja de Matías Zaracho antes de lo imaginado, no paró hasta sacar un gol de ventaja: córner desde la derecha, cabezazo de Lucas Orban en el primer palo y adentro.

El conjunto dirigido por Néstor Gorosito, condenado a jugar la próxima temporada en la Primera B Nacional, que de entrada llegó con un tiro libre, quedó golpeado y expuesto a un dominio absoluto de la Academia, que por momentos exhibió el mejor nivel alcanzado en la Superliga. Se lo perdió Andrés Ríos, y de tanto insistir, llegó el segundo: el arquero tapó la entrada de Augusto Solari, y Lisandro López, quien reapareció, aprovechó el rebote.

Sorprendió la recuperación experimentada por la escuadra de Eduardo Coudet, más allá del largo invicto que sostenía como local, en el Cilindro, desde mayo del año pasado, con un registro de diez triunfos y seis empates, el cual lo presentaba como favorito a pesar de la sorpresiva actualidad de Tigre, que bajo la conducción de Néstor Gorosito casi zafó del descenso, y en la presente Copa de la Superliga eliminó a los santafesinos de Colón y Unión.

Pero llegó desgastado a esta revancha contra Racing, y al finalizar el primer tiempo el cruce caminaba en dirección a un desempate con remates desde el punto del penal, que no convencía para nada a la Academia, que en la etapa complementaria fue por todo.

Walter Montillo fue una baja más para Tigre, que también perdió por lesiones a Néstor Moiraghi y Gerardo Alcoba, aunque la Academia también fue una enfermería, con Matías Zaracho, Nery Domínguez y Lisandro López, y de esta forma, como pudieron avanzaron en un segundo tiempo que futbolísticamente quedó muy lejos de lo anterior.

El desempate parecía inevitable, hasta que a los 44 minutos, con el final a la vista, Matías Pérez Acuña bajó con el pecho un pelotazo cruzado desde la izquierda y fusiló a Gabriel Arias con un derechazo alto que entró junto al primer palo: 2-1.

El travesaño salvó a Gonzalo Marinelli en el descuento, aunque la clasificación de Tigre era inevitable, porque al convertir el descuento, el local quedó obligado a marcar cuatro para ganar por una diferencia de tres. Derrota para festejar, la del club de Victoria, que contra todos los pronósticos entró a semifinales.

 

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