Desvalijaron un súper en Abasto después de comer y golpear al sereno

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Los ataques delictivos en la zona oeste de la Ciudad siguen “a la orden del día”, pese a las reiteradas denuncias y pedido de medidas de seguridad de vecinos, comerciantes y productores.

En los primeros minutos de ayer los damnificados fueron los dueños del supermercado “Súper Abasto”, que funciona en ruta 36 entre 437 y 428, de esa localidad.

Según informó a este diario una de las responsables del comercio, quien evitó ser identificada, el episodio fue violento y de cuantiosas pérdidas para los propietarios del negocio.

CULATAZOS Y FIERRAZOS

La mujer, de nacionalidad asiática, reveló a EL DIA que al lugar fue una banda de delincuentes, cuatro de los cuales ingresaron alrededor de la una de la mañana al local tras destrozar el vidrio de la ventana de un baño.

El estruendo despertó a “un empleado” que dormía en una casa que comunica con las instalaciones del supermercado.

Segundos después, los asaltantes le exigieron que les diera el dinero del comercio y, para amedrentarlo, en distintos momentos “le pegaron en la cara y otras partes del cuerpo con una varilla de hierro y con la culata de un arma de fuego”.

La misma propietaria del negocio admitió que “le provocaron algunas heridas”, aunque aclaró que no fue necesario hacerlo atender en un centro de salud.

También informó que los ladrones estuvieron entre tres y cuatro horas en el supermercado, tiempo que usaron para recorrer todo el negocio a sus anchas: encendieron las luces, robaron dinero (la comerciante no precisó el monto), computadoras, cámaras de seguridad y el aparato donde se graba lo filmado.

Pero además sustrajeron una variedad de mercadería: “diversos cortes de carne, fiambres, chocolates, juguetes, champúes, jabones y cigarrillos”, detalló la comerciante.

OTRA MUESTRA DE IMPUNIDAD

Como si todo no resultara suficiente, la mujer reveló que los delincuentes también se tomaron hasta un tiempo para comer y beber de algunos de los productos que estaban en las góndolas.

En tal sentido, puntualizó que durante un rato tuvieron a su disposición -y lo aprovecharon- comida, bebida y postre.

“Comieron alimentos como fiambres y flanes, a la vez que tomaron de algunas botellas de Coca Cola”, detalló.

Se cree que la banda robó mercaderías por el equivalente a “dos camionetas bien cargadas”.

 

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