Pocos apuestan por Argentina y eso es una buena señal

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Martín Cabrera

mcabrera@eldia.com

La Copa América no se instaló en el país. Se habla poco y se sueña poco. A diferencia de las últimas ediciones sudamericanas o mundialistas, no está en la escena. Es más, a buena parte de la Patria futbolera de nuestro país se le debe haber pasado por alto el puntapié inicial. Y hasta algunos se pudieron haber enterado ahora que hoy debuta la Selección.

Punto a favor. Sin lugar a dudas que esa efervescencia, muchas veces desmedida, puede ser el primer indicio para un equipo que, por primera vez en mucho tiempo, no es candidato. Son muy pocos los que apuestan por Argentina.

Esa falta de exigencias liberó a Lionel Messi. Está claro que a un jugador de su calidad no lo debería afectar la presión, pero se lo ve suelto, distendido y feliz. Pocas veces estuvo así. A diferencia de lo sucedido en Rusia, el semblante interno parece mil veces mejor. Otro punto a favor.

La Copa América de Brasil, además, será probablemente la última oportunidad de una camada muy rica futbolísticamente pero con poca cosecha. Sergio Agüero, Nicolás Otamendi, Ángel Di María y el propio Messi podrían estar escribiendo su último capítulo. Lo saben. Y quieren ganar algo importante antes de colgar sus botines.

Brasil perdió a Neymar Jr en la previa de la competencia, Juanfer Quintero se bajó de Colombia, en Chile surgieron los problema de siempre en la convivencia, De los invitados Japón ni Qatar asoman como un peligro latente. Parecería ser Uruguay el máximo candidato, con el local, lógico. Pero ni uno ni otro son selecciones de antología. O al menos no llegan con demasiada potencia. Otro punto a favor para Argentina, que en silencio quiere dejar el karma y traerse la Copa.

 

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