Cayó un árbol en Parque Saavedra donde minutos antes jugaban decenas de niños
Edición Impresa | 22 de Junio de 2019 | 04:16

El arbolado urbano platense, otrora un orgullo y rasgo distintivo de la Ciudad, volvió a ser (mala) noticia y por poco no protagonizó una tragedia. Cerca de las 10,15 de ayer, en la zona cerrada del Parque Saavedra que da a la esquina de 12 y 68, un árbol de gran porte se desplomó. Literalmente. Cayó desde la raíz. ¿El “milagro”? Cinco minutos antes, según afirmaron varios testigos, jugaban en el lugar decenas de niños y niñas de un jardín de infantes.
“Después de que se fueron los nenes, pasaron cuatro o cinco minutos y el árbol se cayó. De la nada. No había viento ni ocurrió algo fuera de lo común. No fue tragedia de pura casualidad”, contó a este diario una feriante que, junto con varios colegas, se acercó al lugar impresionada por “el estrépito” que provocó la caída del añejo y hermoso ejemplar, de unos diez metros de altura.
No pasó una hora y una cuadrilla municipal ya se encontraba en el lugar tronchando el árbol caído, lo cual no dio tiempo a analizar las posibles causas del hecho.
“El árbol estaba vivo”, aseveraron, en diálogo con este medio, especialistas de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, quienes solamente tuvieron acceso al ejemplar mediante las fotografías que tomó el reportero gráfico de EL DIA.
¿Entonces por qué puede haber caído de esa manera? “Por múltiples razones”, apuntaron los expertos, y se preguntaron: “¿En qué estado se encontraban las raíces? ¿Se cortaron algunas (hace un tiempo) durante algún trabajo? ¿Estaban bien arraigadas o el árbol se plantó en un terreno con poca profundidad por la presencia de roca o cemento?”.
Muchas preguntas básicas sin respuestas por la falta de posibilidad de analizar el ejemplar, rápidamente retirado del lugar. Y por la eterna ausencia de un censo exhaustivo del arbolado urbano. ¿Cuántos ejemplares hay en la Ciudad? ¿De qué especies? ¿En qué estado se encuentran?
Una vez más hay que decir que nadie lo sabe. “Y no se hace absolutamente nada para empezar a cambiar esa realidad, que un día terminará mal”, puntualizan los ingenieros forestales consultados.
“Pude ver cómo cayó el árbol. Estaba cruzando el parque. Vivo en el barrio. Y en lo primero que pensé fue en los chicos del jardín de infantes que habían estado de visita un ratito antes”, contó José Blandi (60), vecino de la zona.
“La Ciudad perdió valor. Yo antes venía desde Uruguay y quedaba prendado por la frondosa y cuidada arboleda platense. Pero desde hace años esa magia se fue perdiendo, se nota un cierto abandono. Si recorremos el parque (Saavedra) o cualquier otro espacio público vamos a encontrar algún o algunos ejemplares en mal estado”, describió, con pesar, Marcelo Banini, amigo de José Blandi y viverista en el país vecino.
“GRAVÍSIMO”
Hablando de Uruguay, Banini comentó que hace poco menos de 10 años cayó un árbol en la capital, Montevideo, y el hecho terminó en tragedia: falleció un hombre.
“Fue desde ese momento que el área correspondiente tuvo presupuesto propio y pudo empezar a implementar políticas de control y mantenimiento responsable, es decir, capacitando debidamente a personal que se ocupa exclusivamente de los árboles y plantas de la ciudad”, subrayó.
La idea de descuido que a simple vista ofrece hoy el arbolado urbano platense, que bien describió el viverista uruguayo, fue constatada mediante una simple recorrida por dos ingenieros agrónomos y un ingeniero forestal platenses luego de la tormenta del 1º de marzo de este año.
Al cabo del evento climático, fuentes de la Municipalidad local aseguraron que habían caído en La Plata unos 500 árboles. Si bien se trató de una tormenta severa, la cantidad de ejemplares caídos llamó poderosamente la atención, sobre todo de los entendidos en la materia. “Fue un evento meteorológico muy importante pero focalizado, y además, casi no hay registro de medio millar de árboles caídos en unas pocas horas”, advirtieron.
En ese contexto, razonaron: “Si una ráfaga de viento de cien kilómetros por hora impacta sobre un árbol, por más sano que esté, casi nada se puede hacer. El problema no es ese, sino qué pasa con la enorme cantidad de ejemplares secos, ahuecados, con problemas de raíz, que hace añares continúan en las veredas, en las plazas y parques, en el Bosque, en muchos casos junto a juegos infantiles o a sitios donde suele reunirse gente a pasar la tarde”, reflexionaron los agrónomos Alfredo Benassi y Pablo Frangi y el ingeniero forestal Alberto Cortinez luego de efectuar aquella recorrida por distintos paseos públicos platenses.
“FALTA TOTAL DE GESTIÓN”
Comentaron que en una tarde desandaron un puñado de plazas y parques ubicados en el caso urbano de la Ciudad y que pudieron fotografiar “numerosos árboles que no deberían estar allí”.
La problemática excede los espacios verdes. Justamente ayer, vecinos de 62 entre 13 y 14 denunciaron que “hace tres años que la Municipalidad comenzó a sacar un enorme árbol de la vereda y nunca terminó de hacerlo. Incluso cortaron raíces, de modo que el ejemplar se convirtió en un peligro permanente para peatones, automovilistas y viviendas del barrio”, advirtieron (ver aparte).
Los profesores e investigadores de la facultad de 60 y 119 recordaron que “el arbolado urbano necesita de una gestión cotidiana y profesional. Y lamentablemente, en la Ciudad no hay política alguna al respecto. El estado del patrimonio verde platense es gravísimo”, expresaron.
Otro ejemplo: no pasó aún tanto tiempo de la mutilación de plátanos centenarios que se llevó a cabo en 56, 8 y 10, abriendo un abanico de problemáticas a futuro.
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