Franco Luciani: “Las músicas, los distintos géneros, se hermanan en la canción”
Edición Impresa | 27 de Junio de 2019 | 02:40

Franco Luciani lleva un camino de casi veinte años entre el folclore y el tango, géneros que no serán las que se llevan los reflectores, dice, “pero son músicas muy populares, y están latentes”. Y siendo un solista instrumental, “que no es lo más común”, accede, “y menos con un instrumento como la armónica, pero la gente va descubriendo la maravilla que es”.
Lo curioso es que lejos de ser un fundamentalista del instrumento que defiende arriba del escenario, Luciani, que llegará el sábado a la Ciudad para presentarse, desde las 22, en el Fogón del Arte (54 entre 7 y 8), “este descubrimiento” de las posibilidades de la armónica “es algo que también me pasó a mi”.
Luciani ganó cuando apenas era un purrete el Pre Cosquín en 2002, y, relata, ser revelación de Cosquín fue también para él una revelación profesional: existía un futuro para él como armonicista.
“Es un instrumento muy popular, todo el mundo conoce la armónica. Pero tiene un mundo que se desconoce: solo se ve la punta del iceberg. Y a mi me pasaba eso”, cuenta el artista rosarino en diálogo con EL DIA. Luciani recuerda que guardaba la armónica que le llegó en su adolescencia en la guantera del auto de su padre y cuando lo acompañaba a visitar clientes, iba sacando canciones. “Mi viejo me decía que tenía facilidad para tocar un instrumento melódico, me decía una melodía y la sacaba”, dice. Pero, rebelde, eligió la percusión como profesión.
A la voz de su padre se fueron sumando la de profesores que acordaban con su diagnóstico. Y la suma de las voces, como un coro, “me fue haciendo ruido en la cabeza”. Mientras, Luciani iba descubriendo algunos nombres grandes de la armónica, Hugo Díaz, Toots Thielemans, y estudiaba el instrumento.
Hasta aquel Cosquín de principios de siglo. Luciani tocaba la armónica “a modo de hobby”, pero decidió armar un grupo ese año con la armónica al frente, y fue elegido revelación. “Si no sucedía eso, quizás hubiera seguido tocando la armónica de manera ocasional. Cosquín me definió en eso”, relata.
Así comenzó el camino que trae a Luciani el sábado a La Plata, en formato trío, con Pablo Motta en contrabajo y Leonardo Andersen en guitarra, en una noche que tendrá de invitados a Benjamín Chazarreta y Milena Salamanca, haciendo honor a “la que para mi es la premisa fundamental de la música: compartir”, dice quien cada semana organiza, en capital federal, “Luciani invita”.
El show repasará “Anda en el aire”, su último trabajo, que le valió el Gardel en 2018 al mejor disco de folclore alternativo, aunque, sostiene, “en realidad el disco es más amplio: tiene una paleta de colores, un poco a la manera que a mí siempre me gustó: sobre el eje del folclore y el tango, revisar composiciones de distintos autores y propias”.
“Me siento un poco de todo”, confiesa quien ha tocado con grandes del folclore, el tango y el rock y hasta ha sido invitado a hacer música de cámara. “Entiendo que las músicas se hermanan en la canción, y de eso se trata ‘Anda en el aire’”. Vivaldi, Piazzolla, Carnota y Spinetta se abrazan en el disco.
Y en el álbum aparece, además, la voz de Luciani por primera vez. Que cante, claro, implica que el amornicista deje de tocar la armónica, toda una contradicción.
“Fue casi una necesidad, profesional y espiritual”, explica. “Como intérprete de la armónica siempre elegí repertorio de tango y folclore cantado. Y me han dicho que tengo un fraseo como si estuviera cantando, jugaba a hacer la voz con la armónica. Y a veces venía un estribillo y me daban ganas de cantar”. Bueno, Luciani se dio el gusto: entre melodías de armónica, se anima a, “con un estribillo, pintar lo que dice el poeta. Y después sigo cantando con mi armónica”.
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