De Milán, a Argentina

Tras años de desempeño en la meca del diseño italiano, el arquitecto Fernando César Mosca abre en el país un estudio propio.

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Tras años de experiencia ganada alrededor del mundo, y luego de trabajar para marcas de primer nivel mundial, Mosca trae su diseño a su país natal para brindarlo a clientes de Argentina y Sudamérica.

Sin abandonar su estudio de Milán, Fernando César Mosca aterriza en busca de nuevos proyectos y con perspectiva de potenciar y agilizar inversiones desde Sudamérica a Europa y viceversa.

Después de 33 años de trabajo, el arquitecto recibido en la Universidad Católica de Córdoba ha conquistado terrenos multidisciplinarios que van desde la arquitectura hasta llegar al diseño de objetos.

Son diversos los rubros invitados a experimentar la creatividad, proyección internacional y agilidad del profesional a partir de su llegada a nuestro país: arquitectura e interiores de hoteles, diseño de boutiques o espacios comerciales, restaurantes, bares, colecciones de muebles y equipamiento en general, peluquerías y salones de belleza.

“Prefiero lo espontáneo, una arquitectura sin arquitecto casi donde quedan a la vista las sensaciones y las emociones que genera el resultado final”, se autodefine.

Entre las marcas y proyectos de primer nivel mundial con las que se ha desempeñado, se destacan: Versace, Caramelo, Ottodisanpietro, Frette, Al Duca D’aosta, Club Méditerranée en Italia, Halkin Hotel en Londres, Gio Moretti en Milán, The Swank en Hong Kong, Cult Fashion en Ucrania, Loida en España, boutiques en edificios de Tadao Ando y Álvaro Siza, mansiones en la isla de Mustique y Bali, casas para la familia Real en Qatar, entre otros.

En 1986, Fernando se fue a Italia meses después de terminar la facultad, y luego de trabajar ocho años en un importante estudio que le brindó a dos grandes maestros -Rocco Magnoli y Lorenzo Carmellini- emprendió el desafío de abrir su propio estudio de arquitectura.

A sus 34 años, Mosca ya tenía su estudio instalado en el centro de Milán, entre el cuadrilátero de la moda y la academia de artes de Brera. Fue así que, siendo especialista en Retail Design, fueron llegando a su estudio clientes de alta envergadura.

En el presente sólo se impone una sola condición antes de aceptar un nuevo proyecto: enamorarse del mismo. “Me convierto en uno más, con los mismos objetivos que mi cliente a quien acompaño en una evolución general desde el punto de vista creativo que nos permite gozar del proceso” cierra Fernando Mosca.

 

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