Ana María Picchio: “Nunca encarné a una mala de estas características”

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La actriz Ana María Picchio, que en la tercera temporada de la serie “El Marginal” personificará a la titular del Servicio Penitenciario Federal, aseguró que “nunca encarné a una mala de estas características, nunca tuve un personaje así”.

En la presentación, que se realizó la semana pasada en el CCK, el personaje de Picchio era uno de los comentarios más destacados y la experimentada actriz se manifestó muy satisfecha con sus logros y agradecida por la productora Underground y con todos sus compañeros de elenco.

Sobre Estela Morales, la jefa del Servicio Penitenciario Federal en la serie, Picchio reconoció que “nunca encarné a una mala de estas características, nunca tuve un personaje así, es una mujer muy autoritaria, una mujer como son los hombres que no nos gustan”.

“En un lugar de hombres y en un lugar como este, hay que pelar mucha personalidad, porque si sos Heidi te patean la cabeza. El sistema la obliga a masculinizarse y a actuar de manera machista. Es muy difícil ser atractiva y simpática en el medio en el que se mueve mi personaje, y no hablo de los reclusos, hablo también de los integrantes del servicio penitenciario. Solo respetan la investiduras, si los cagas (sic) a gritos”, añadió la actriz.

Picchio dijo que lo que su personaje y el medio en el que se mueven “encarnan el modelo de sociedad machista que no nos gusta y que la revolución de la hijas quiere cambiar. Como dice Rita Segato: ‘no nos terminemos pareciendo a los hombres que no nos gustan. Cuando uno imparte órdenes, hay que ser muy inteligente, muy sutil, muy sensible”.

En una escena, Morales adoctrina a los efectivos al grito de “no hay que tenerle miedo a la mano dura”, y sobre ese punto Picchio se refirió a encarnar a un personaje con el que no se siente ideológicamente representada.

“Bertold Brecht decía que el actor debe llevar cualquier teoría hasta las ultimas consecuencias, aunque sea equivocada o aunque no sea la tuya, esa es la actuación. Me costo entenderlo, cuando lo entendí no me paraba nadie. Me entusiasme con el personaje y me di cuenta de lo que le pasa a los autoritarios”, relató la actriz.

“Me pasó algo gracioso y es que la producción me enviaba un coche a buscarme por casa todas las mañanas, y eran de Uber y esas empresas, que los choferes son en su mayoría venezolanos y colombianos entonces no me conocen y no saben que soy actriz. Entonces yo iba repasando la letra a los gritos y por ahí les daba indicaciones a los gritos, hasta que uno de ellos me preguntó si era la director del penal. Y ahí me di cuenta. O cuando mi hija me dijo ‘mamá, qué te pasa, estás usando un tono de voz que no es el tuyo, deja de dar órdenes’”, agregó.

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