Empezó el juicio y los peritos dijeron que la de Pérez Volpin fue “una muerte violenta”

Señalaron que hubo “una perforación instrumental del esófago”. El endoscopista imputado sólo declaró que es “inocente”

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Peritos forenses de la Corte Suprema señalaron que la muerte de la periodista Débora Pérez Volpin fue “violenta” y que “hubo una perforación instrumental del esófago”, al testimoniar en la primera audiencia del juicio oral que tiene como imputados al endoscopista Diego Bialolinkier y la anestesista Nélida Puente, quienes también declararon ayer.

Los peritos Roberto Víctor Cohen, Alejandro Félix Rullan Corna, Miriam Hebe Matoso, Héctor Nicolás Papagni y Santiago Maffia Bizzozero, mostraron la historia clínica, la histopatología y las conclusiones al comparecer en la primera audiencia por la muerte de la periodista, ocurrida en el marco de una endoscopía que le realizaban en el Sanatorio La Trinidad, del barrio porteño de Palermo, el 6 de febrero de 2018.

“Hubo una perforación instrumental del esófago, que estaba sano y se produjo una hemorragia”, declararon ante el juez Javier Anzoátegui.

Además, señalaron que “no se detectaron patologías preexistentes” y sostuvieron en sus testimonios que la “gravedad de las lesiones no se podía revertir”.

“Hubo un pasaje de gas de alta presión de una fuente externa al estómago que produjo un daño”, dijeron los peritos y explicaron que “normalmente el estómago recibe de 1 a 1,9 litros de aire por día y acá recibió 4 litros de gas en breves instantes que produjeron estas lesiones”.

La audiencia ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 8 de la Capital Federal comenzó ayer con la declaración de la anestesista Puente, quien apuntó contra el endoscopista al señalar que fue ella quien se percató de que “el tórax y el abdomen” de Pérez Volpin estaban “hinchados como un tonel” durante el procedimiento.

En su declaración, en la que exhibió instrumentos similares a los que habían utilizado en el procedimiento, la anestesista dijo que primero pensó que se trataba de “una reacción alérgica”, pero que, rápidamente, cuando intentó introducirle un laringoscopio para poder “ventilarla”, se había dado cuenta de que “la laringe estaba llena de sangre”.

“En un momento del procedimiento la paciente se movió y se le cayó el brazo hacia adelante. Ahí me di cuenta de que la panza estaba dura y grande. Diego, mirá, le dije. Él estaba mirando el duodeno, me decía qué bien se veía y buscaba ver un cálculo. Entonces le insistí: Diego, aspirá, le dije. A los dos nos impresionó, creo que se asustó mucho”, afirmó Puente sobre Bialolinkier.

Luego de un cuarto intermedio, fue el turno de declarar del endoscopista, quien se limitó a proclamar su inocencia y a decir que declarará “en otro momento” del debate.

 

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