Se viene el análisis de cabello para medir el nivel de estrés

Un equipo de investigadores argentinos desarrolló el primer procedimiento que permite determinar el grado de tensión al que se estuvo expuesto en los últimos meses

Edición Impresa

Un equipo de investigadores argentinos desarrolló el primer procedimiento para medir en el pelo de una persona la concentración de cortisol, una hormona que aumenta cuando se instala el estrés. El procedimiento, que fue patentado por la Universidad de Buenos Aires, permite procesar mediante un sistema automatizado una gran cantidad de muestras a bajo costo y con un alto nivel de precisión.

A diferencia de los procedimientos de los que se dispone actualmente para medir el cortisol en sangre, saliva y orina -los que se limitan a expresar valores del nivel de estrés del individuo en el momento en que fueron tomadas las muestras- el método creado por los investigadores de la UBA ofrece la posibilidad de evaluar su concentración en los últimos meses.

“El análisis de la hormona en cabello expresa el estrés a la que estuvo expuesta una persona durante los tres meses anteriores”, explicó a la Agencia CyTA-Leloir la directora del avance, la doctora Bibiana Fabre, investigadora de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, quien aclaró que dado que el pelo crece alrededor de un centímetro por mes, tres centímetros de muestra alcanzan para guardar registros de ese período.

Poder valerse de un biomarcador capaz de evidenciar el estrés crónico constituye un avance muy valioso en vista del aumento en los niveles de este tipo de estrés en la población y su asociación con diferentes enfermedades tales como el infarto agudo de miocardio, el cáncer y la obesidad.

El método desarrollado por investigadores de la UBA consiste en extraer cortisol del cabello con metanol, realizar una evaporación y finalmente medirlo en el sistema automatizado.

Tal como revela la revista Scientific Reports, los investigadores validaron la eficacia de su técnica automatizada en muestras de cabello de 232 individuos sanos a quienes se les realizó una encuesta de sucesos de vida o escala de eventos vitales y así se dividió a la población en libre de estrés y con estrés.

“Los niveles de cortisol en cabello fueron más altos al inicio del curso y disminuyeron al concluir”, dijo Fabre, quien contó que su equipo halló además indicios de que en pacientes con enfermedad cardiovascular el nivel de cortisol en el organismo podría predecir un infarto agudo de miocardio.

El laboratorio de Fabre tiene resultados de la medición de cortisol en cabello en pacientes con infarto agudo de miocardio, con síndrome de Cushing y con síndrome de ovario poliquístico, en los que ese biomarcador muestra gran relevancia. Sus integrantes están trabajando además con otros grupos de investigación en diferentes líneas que exploran el síndrome de burnout o agotamiento en docentes y alumnos, la relación del estrés crónico con cáncer o su impacto en la llamada “programación” fetal durante el embarazo.

En 2015, el mismo grupo de investigadores publicó un trabajo en el que se medía el cortisol en cabello a participantes de un Programa de Afrontamiento del Estrés y Calidad de Vida realizado en la Facultad de Farmacia y Bioquímica que incluía técnicas de relajación, de meditación y de canalización de las situaciones estresantes.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE