Encontraron el cuerpo del pescador de 17 años y siguen buscando a su amigo

Lo divisaron desde un barco que navegaba por la zona de la rada, a 11 kilómetros de donde los vieron por última vez. La familia de Franco Soria se enteró de la noticia cuando marchaba hacia la sede de la Prefectura

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La convocatoria a una marcha, dirigida a toda la comunidad y a vecinos de la Región, estaba prevista para las 13.30. El lugar elegido fue la plaza Belgrano de Ensenada. De allí -más precisamente de Punta Lara- eran oriundos Franco Soria (17) y Amadeo Martínez (38), los dos pescadores que desaparecieron hace doce días en las aguas del Río de La Plata.

La movilización había sido organizada por las familias y allegados de ambos jóvenes, para solicitar que “se intensifique la búsqueda y se sume más gente especializada”. Es que muchos guardaban un hilo de esperanza en medio de una situación dramática, pero no pudo ser. Ayer se conoció que el menor apareció sin vida en una zona alejada del área donde se los había observado por última vez.

La noticia le llegó al grupo cercano cuando la manifestación ya tenía recorrido unos metros: minutos antes, un barco que navegaba por la zona conocida como “de radas” había avistado un cuerpo flotando. La tripulación dio aviso a Prefectura y éstos a la familia de los dos pescadores.

Horas más tarde, los restos llegaron a la morgue judicial de La Plata. Y entonces, entre llantos y un intenso dolor, se confirmó lo peor. Se trataba de Franco.

LEJOS, “EN EL MEDIO DEL RÍO”

Una rada es un sitio fuera del puerto, una suerte de bahía con la entrada angosta, donde los buques pueden fondear con una seguridad razonable -sin arrastrar o perder el ancla-, mientras esperan su turno para ingresar al muelle destino.

Es un área cerrada con una apertura al mar, “un canal de navegación que en este caso está lejos, en el medio del río”, sostuvo un especialista.

En ese sector, a unos 11 kilómetros de donde fueron vistos por última vez, fue hallado el cadáver de Soria. Fuentes de la pesquisa le informaron a EL DIA que estaba “en avanzado estado de descomposición, tenía agua y barro en las vías aéreas y la autopsia confirmó que murió ahogado”.

Las autoridades tomaron conocimiento del hallazgo en el preciso momento en que Karina Dallas, la mamá del adolescente, marchaba hacia la sede de Prefectura Naval para solicitar que “no se detengan, y que lleguen con la búsqueda hasta la zona de las islas de Tigre”.

Rápidamente se montó un operativo para trasladar el cuerpo a la costa y, como se dijo, se dio aviso a las partes interesadas. En ese intervalo la tensión aumentaba. Dallas, con la congoja dibujada en el rostro, le decía a los medios que “estamos yendo a la morgue a reconocer” los restos.

Los mensajes que les iban llegando hacían prever lo peor. Una fuente que participó en el procedimiento reveló que “es una persona del sexo masculino, que por las condiciones en las que fue encontrado y el estado, podría pertenecer a uno de los pescadores”.

Algunos minutos después, la sospecha se transformaría en realidad.

UN OPERATIVO MULTITUDINARIO

Voceros de la Prefectura remarcaron que ya llevan rastrillados más de 51.000 kilómetros cuadrados a través de medios fluviales, aéreos y terrestres. Y confirmaron que seguirán buscando a Martínez.

Desde el comienzo, el operativo se centralizó en diversas áreas de Ensenada (Punta Lara, Boca Cerrada, Isla Paulino e Isla Monte Santiago) y Berisso (balnearios La Balandra, La Bagliardi, Palo Blanco y Municipal).

Además, agregaron, “se mantuvo permanente contacto con los familiares de los pescadores y con la Prefectura Nacional Naval de Uruguay, quienes colaboraron en la búsqueda, al igual que los Bomberos Voluntarios de Ensenada”. Junto a ese grupo también trabajó personal de Defensa Civil y de la comuna.

Más de 160 efectivos, dos aviones, un helicóptero y tres guardacostas, formaron parte de las primeras misiones.

La zona de la rada es un área cerrada, una bahía con entrada angosta y apertura al mar

El operativo de búsqueda lleva rastrillados más de 51.000 kilómetros cuadrados

 

Por otra parte, ante cada jornada que arrojaba resultados negativos, se sumaba alguien más al operativo.

Al principio salieron en sus propias embarcaciones (semirrígidos y motos de agua) civiles que afirmaban conocer el sector. En la primera semana hubo más de 20 lanchas particulares. Incluso se congregaron pilotos del Aeroclub y de organismos oficiales.

Luego se llevó a cabo un rastrillaje amplio a caballo por la costa y con los perros de la policía bonaerense especializados en la búsqueda de personas. Ese día, los gauchos del Centro Tradicionalista de Punta Lara salieron por la mañana desde el Club de Pesca y atravesaron toda la costa ensenadense hasta los malecones, accediendo al monte ribereño y a la zona de canales.

Sin embargo y a pesar del esfuerzo, los días transcurrían y las posibilidades de encontrarlos con vida se iban esfumando.

En tanto, Silvio Martínez, el hermano de Amadeo, se embarcó en más de una oportunidad e incluso arribó a las costas uruguayas.

“Mi hermano salió a buscarlo de nuevo a Uruguay para rastrear la otra parte que faltaba. Cuando fue la primera vez no cubrió toda la costa y por eso volvió”, le contó Tamara, su hermana, a este medio.

Y sostuvo que “le pedimos un nuevo informe a Movistar a través del juzgado federal” porque “no nos cierran los registros”. En ese sentido, explicó que “las únicas llamadas registradas se las que hace a mi mamá. De ahí para adelante, en toda la mañana, no se encontró la ubicación. Es raro.”

Por otro lado, destacó que “mi hermano tenía experiencia, no era un improvisado. Conocía el río y los vientos”. Amadeo, según indicó Tamara, era un asiduo navegante. “Todos los días salían a pescar, desde hace cinco o seis meses” con Soria, aseveró.

UN DÍA PARA NO OLVIDAR

El pasado viernes 2 de agosto, Franco Soria tenía todo listo para embarcarse. Junto a Martínez, se dedicaban a la pesca artesanal con trasmallos en el Río de la Plata.

El día anterior, saludó a su novia, con quien mantenía una relación desde hacía un año, con un beso afectuoso y le dijo: “Te amo, después te mando un mensaje así vas para casa”. Es que salían muy temprano por la mañana y no quería despertarla.

Subieron en una zona llamada Boca Cerrada a “La Loca”, la lancha tipo tracker que utilizaban para navegar, con la idea de revisar las redes y ver las capturas de peces. Pero algo ocurrió.

La principal hipótesis de los investigadores sostiene que el motor de la pequeña embarcación podría haber sufrido algún desperfecto, lo que habría dejado el barco a la deriva. Y las malas condiciones climáticas podrían haber ayudado al fatal desenlace.

Cerca de las 14, la familia de Martínez intentó comunicarse con él. Lo extraño de la situación era que el pescador solía avisar que “todo iba bien” apenas ponían un pie en tierra. Los mensajes no fueron respondidos y tampoco era posible establecer la llamada. Entonces, entre nervios y desesperación, le avisaron a los Soria lo que pasaba.

La madre de Franco, se enteró a las 19 horas del viernes que no aparecían y ahí hizo la denuncia en la comisaría Segunda de Ensenada.

La jornada siguiente dio inicio el mega operativo que ayer por la mañana, 12 días después del aviso, arrojó el primer resultado. Mientras tanto, la búsqueda por Amadeo sigue activa.

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