Semillón: una uva para redescubrir
Edición Impresa | 18 de Agosto de 2019 | 08:04

Por PABLO AMADO
vivirbien@eldia.com
La uva semillón es originaria de la región de Burdeos, en el suroeste francés, donde junto con el sauvignon blanc y el muscadelle forma parte de sus afamados vinos. Se ha difundido en gran parte del mundo y se elabora como varietal en casi todos los países de la nueva vitivinicultura.
Tuvo una historia similar al malbec .Llegó a nuestro país, a mediados del siglo XIX, encontrando su terruño ideal en la provincia de Mendoza, donde se difundió como la variedad blanca característica. Arribó, antes de la crisis filoxérica europea, existiendo numerosos clones con diferente sensibilidad a la botritis y con distintas características aromáticas. Era el vino blanco tradicional del Valle de Uco y la Zona Alta del Río Mendoza. También se difundió en el Alto Valle del Río Negro. La razón era la mejor acidez que se obtenía en estos lugares, de la cual el semillón es algo deficitario.
Su cultivo se fue abandonando a causa de la facilidad a la podredumbre de la uva, aumentada por sistemas de conducción inadecuados y a un desconocimiento de las características del cepaje, lo que llevó a sistemas de vinificación que no eran los mejores para este varietal.
De acuerdo a un relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), se destaca que la superficie cultivada de semillón en nuestro territorio el año pasado fue de 703,7 hectáreas. Mendoza, es la provincia con mayor superficie implantada (605,1 ha), luego Río Negro (36,1 ha), San Juan (35,1 ha), Neuquén (17,7 ha), La Rioja (5,6 ha), La Pampa (2,9 ha), Córdoba (0,5 ha), Chubut (0,3 ha), Salta y Buenos Aires (0,2 ha).
Entre las más de cien uvas que tiene registrado el INV, este varietal blanco se ubica en la posición 32 en cuanto a superficie cultivada. Pero, entre las 43 uvas que este organismo reconoce entre las blancas aptas para elaboración, semillón se encuentra en el puesto 11.
Los vinos de esta uva se caracterizan por un aroma cítrico, con vahos tiolados parecidos a los del sauvignon blanc, pero cuando la uva se cosecha más tarde aparecen notas de pan tostado, miel y té. En vinos de mayor envejecimiento se pueden percibir notas de tabaco, ahumado y nuez.
Por lo general, el consumidor de vino blanco no suele tener presente al semillón para la elección de una botella al momento de adquirirla. Suele dirigirse al chardonnay, torrontés o sauvignon blanc por una cuestión de conocimiento acerca de la uva o por recomendación.
La persona que opta por comprar una etiqueta de semillón, en gran medida, es por haberla probado en algún evento o por el consejo de alguien que se la recomienda.
Con esta uva, se pueden elaborar diferentes tipos de vinos. Como el blanco seco, por ejemplo, que funciona muy bien, solo o integrando un blend con otros vinos varietales. Lo más sorprendente es que estos vinos fermentados en barricas o con fermentación maloláctica de parte o del total de las uvas, dieron origen a productos de alta complejidad aromática y alto potencial de guarda.
Los vinos dulces de semillón elaborados con uvas sobremaduras (cosecha tardía) son muy reconocidos en todo el mundo.
Los realizados con este varietal se recomiendan para beber y descubrir un nuevo mundo en el planeta de los blancos. Por eso, si querés conocer este sabor, no podés dejar de probar las siguientes etiquetas, que no te van a defraudar.
Humberto Canale Semillón, bodega Humberto Canale, precio sugerido: $350
Miras Joven Semillón, bodega Miras, precio sugerido: $350
Lui Reserva Semillón, bodega Lui, precio sugerido: $430
Tomero Reserva Semillón, bodega Vistalba, precio sugerido: $440
Marcelo Pelleritti Signature, bodega Marcelo Pelleritti Wines, precio sugerido: $650
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