A 103 años del partido que hace vibrar a la Ciudad

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En una ciudad tan futbolera como La Plata, hay pocas tradiciones tan fuertes como el clásico. Los choques entre Gimnasia y Estudiantes dividen durante noventa minutos a los platenses detrás de los colores azul y blanco y el rojo y blanco. Faltan prácticamente dos meses para que Pinchas y Triperos vuelvan a medirse, en este caso, por la 12º fecha de la Superliga. Y lógicamente que el clásico platense tiene su rica historia. Una historia que comenzó hace poco más de cien años. Exáctamente, se acaban de cumplir 103 años del primer partido que jugaron el Lobo y el León. Fue el 27 de agosto de 1916 que se jugó aquel primer clásico, y Estudiantes fue local.

A ese primer choque los equipos llegaron con bastante rivalidad, producto de aquella discrepancia interna en Gimnasia que terminó con algunos integrantes yéndose y fundando al Pincha.

La cancha estaba colmada y los equipos pusieron más pierna fuerte que buen juego en ese primer clásico de Primera División, jugado bajo la órbita de la Asociación Argentina de Football. Aún eran años de amateurismo.

Lo cierto es que a los 24 minutos tras un ataque a fondo de Gimnasia y un centro del puntero derecho ManuelAlvarez, el jugador albirrojo Ludovico Pastor quiso despejar y no hizo más que convertir un gol en contra de su valla ante la desesperación del arquero local, Ovidio Duarte Indart.

Las cosas estaban 1-0 para Gimnasia y a partir de ahí se jugaría con un clima tenso. Cuando el árbitro Hugo Gondra decretó el final, llegó el festejo de los jugadores albiazules, entre ellos, el delantero Angel Bottaro, el defensor Diómedes Bernasconi, el arquero Emilio Fernández, y el volante y capitán Ricardo Naón (hermano de Arturo) aunque esa tarde no pudo jugar.

Los hinchas mens sana esperaron a sus jugadores y luego recorrieron la Ciudad con una gran bandera, celebrando el triunfo en ese primer clásico, hasta altas horas.

 

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