El candidato a conducir Soeme prometió “nunca más afiliados rehenes”

El candidato a Secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) de la lista 1 Azul y Blanca, Adrián Demarco, aseguró que en el gremio “no habrá nunca más afiliados rehenes”, al tiempo que destacó que su propuesta se apoya en mayor transparencia y en lograr “que todo el dinero que ingresa se transforme en beneficios para los trabajadores”.

Demarco encabeza la única agrupación que fue habilitada para competir en los comicios internos del gremio de loas trabajadores de educación y minoridad que se realizarán el próximo lunes entre las 8 y las 18, de acuerdo a la resolución de la Junta Electoral sindical.

Se trata de las primeras elecciones en el sindicato desde la detención, en enero de 2018, del ex secretario general Marcelo Balcedo, acusado de lavado de activos, contrabando y tráfico de armas. La Lista 1 Azul y Blanca “Unidad y Renovación” postula como candidato a Secretario General a Demarco; como candidata a Secretaria Adjunta a Evangelina Pérez, y como candidato a Secretario Gremial a Alberto Miguela.

En diálogo con este diario, Demarco enumeró las propuesta de la lista. “Proponemos contacto permanente con las bases para definir acciones coherentes, fundamentadas y consultadas. Basta de dirigentes que toman decisiones sin herramientas técnicas. Para los jubilados, vamos a crear la Secretaría de la Tercera Edad con fines específicos, tanto en beneficios como en actividades, que eso hoy no existe en el sindicato. Y vamos a crear la Secretaría de Capacitación, destinada los 365 días del año a estar en contacto directo con afiliados y delegados de cada distrito de la provincia y del país”.

“Tiene que haber una capacitación constante de nuestros trabajadores. Es fundamental para cambiar la realidad. Un trabajador que está capacitado no es engañado tan fácilmente. En el tema privado, ratificar convenios colectivos”, agregó.

Finalmente, para mejorar la calidad institucional del gremio, dijo implementarán una restricción para que ningún secretario general pueda cumplir más de dos mandatos.