Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas…

Edición Impresa

Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com
@IRENEBIANCHI

-¡Chicas! ¡Esto es el acabóse! ¡El último que apague la luz! ¡La grieta que nos faltaba!

-¿Qué bicho te picó, Adri? ¿Tomaste la pastillita de los nervios? ¡No te sulfures!

-Es la gota que rebasó la copa. Ahora se armó la trifulca entre veganos y carnívoros.

-Es que muchos veganos son muy fundamentalistas, Adri. Nos ven a todos los que morfamos carne como asesinos seriales.

-Morfábamos, querrás decir. Ahora es más barato ir a Ricciardi que a la carnicería.

-Lo de La Rural fue lamentable. La Guerra Gaucha, parecía. Los paisanos los reventaron a rebencazos a los manifestantes. Se les fue la mano, ¿no les parece?

-Puede ser, pero también la protesta fue violenta. Los activistas irrumpieron en la pista en medio de una premiación.

-Pero portaban carteles, no facones ni fustas. Y estaban de a pie, no a caballo.

-La Rural siempre tuvo mala prensa, chicas. Símbolo de la oligarquía agricolo-ganadera.

-¿Se acuerdan del voto “no positivo” de Cleto Cobos? Estuvimos todos prendidos a la tele hasta la madrugada. ¡Qué nervios!

-El problema es que si no matamos las vacas, nos morimos nosotros.

-¿Por qué, Lili?

-Por el famoso efecto invernadero. Las vacas se tiran cuescos ricos en metano y amoníaco.

-¿Pedos ricos? Qué asquerosa.

-¡No seas tan literal! Gases que contaminan el medio ambiente, ¿entendés? Son ellas o nosotros.

-Pero los veganos no comen ningún producto de origen animal, no sólo carne vacuna. Pollo, pescado, cerdo. Tampoco huevos, leche, lácteos.

-¡Qué embole! Con ese criterio, deberían evitar las prendas de cuero.

-Y no las usan. Tampoco las de lana o seda. Ni siquiera consumen miel de abeja.

-A mí no me viste. Me muero de tristeza. Y de hambre. Y de frío.

-¿La escucharon a Cande Tattoo Tinelli? Habló pestes de los gauchos.

-¿Es vegana?

-Casi. Por ahora, vegetariana.

¿No será “falsa vegana” como Nicole?

-¡Cierto! Me había olvidado de ese episodio. Ivana Figueias le dio la cana a la Neumann morfando sushi, o sea: pescado crudo.

-¿Saben qué? Con lo caro que está todo y lo difícil que es hacer 4 comidas diarias, me parece hasta obsceno hablar de estas opciones “cool” y sofisticadas, de chicas Palermo Soho. Tilinguerías. Banalidades. Frivolidades.

-Peor que el enfrentamiento entre carnívoros y veganos, es el canibalismo que practicamos entre nosotros, comiéndonos los unos a los otros, a mordiscones limpios. Patético.

-Y a una semanita de las PASO, la campaña está al rojo vivo. Más que proponer, los candidatos se insultan, se agreden, derrapan.

-¿Hablás del impresentable Hannibal Lecter-Fernández y su confianza en el filicida local?

-Hay algo que no entiendo. El sacamuelas ése fue condenado a prisión perpetua, y está libre como un pajarito. ¿”Perpetua” no quiere decir “para siempre”?

-En el diccionario de la Real Academia, sí. En los hechos, no. Al menos, aquí.

-Hablando de asuntos turbios, ¿ninguna se metió en el “Telar de la Abundancia”, no?

-Imposible. Había que poner más de una luca verde para entrar. Si no, capaz que pisaba el palito como tantas.

-Más que telar, ésa es una telaraña siniestra. Hay que desconfiar siempre de los curros que te prometen guita fácil y rápida. Ponéle la firma que hay gato encerrado.

-Embaucaron a muchas famosas con el cuento del feminismo y el empoderamiento.

-Yo no entré al telar trucho pero les tejí estos apoya vasos al crochet. ¿Los estrenamos?

-Dále. ¡Mozo! Una leche chocolatada para todas, en honor a la Vaca Lola. ¡Chin, chin!

 

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