El dolor no tiene que dejarnos anestesiados

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Por GABRIELA RENAULT

En los últimos tiempos son cada vez más los jóvenes que pierden la vida en forma violenta.

Tenemos que hacernos tiempo para reflexionar, los números no sólo son símbolos que expresan cantidad y si es así debería alarmarnos. Es la responsabilidad de cada uno, como ciudadano o como Estado, que le demos sentido y operatividad a esa cantidad.

Pareciera que nuestros oídos se van acostumbrando a seguir los números, de los jóvenes que pierden la vida a causas provocadas por alcohol o por violencia de otro, o por depresión o por adicciones.

Pareciera que se nos arma una coraza que nos protege de las malas noticias, pero que al mismo tiempo nos hace correr el riesgo de quedar aislados y volvernos indiferentes.

Pero el dolor no debiera dejarnos anestesiados, no debemos igualar lo banal con lo terrible, tenemos que mirar con profundidad, detenernos y ver que podemos sumar, para que esto no siga ocurriendo.

 

(*) Decana de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador

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