Un informe advirtió que en la Región hay más de cien cavas, un peligro a cielo abierto

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Con un detallado catálogo, expertos platenses advirtieron recientemente sobre la peligrosa proliferación de cavas en la Región.

En concreto, el “pasivo ambiental” que representan decenas de antiguas explotaciones de tierra y tosca en la periferia platense ya supera el centenar. Así lo señalaron investigadores de la facultad de Arquitectura de la UNLP, que, como publicara este diario días atrás, desarrollaron un catálogo de canteras en nuestra región. Tal registro incluye la ubicación exacta de cada una de ellas y sus características físicas, ambientales, sociales y paisajísticas. Como sucede en la cantera de Hernández (ver nota principal), los investigadores advertían entonces que las cavas “se han convertido en una verdadera invitación para el surgimiento de basurales clandestinos que ponen en riesgo la salud y seguridad de los vecinos”. Entre las principales consecuencias del vertido indiscriminado de basura en cavas están la contaminación de las aguas subterráneas y la propagación de los gases que genera la descomposición de la materia orgánica, además de las toxinas que libera la combustión de plásticos y otros materiales durante los frecuentes incendios, según se ha señalado desde organizaciones ambientalistas, como Nuevo Ambiente o la Fundación Biósfera.

En el plano municipal, la ordenanza 9.760, sancionada en octubre de 2004, es la que regula el funcionamiento de las cavas.

Para denunciar irregularidades y malos manejos que ocasionen o pongan en riesgo el medio ambiente, los vecinos pueden contactarse con el área de Control Ambiental a través de la línea 147 del municipio.

 

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