Hizo inferiores en el León, jugó en la primera de Camba y asoció a toda su familia al Lobo por amor al “10”

Ricardo Díaz, ensenadense de pura cepa, antes que Maradona rubrique su firma con Gimnasia, ya había asociado a toda su familia

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La presencia de Diego Armando Maradona en nuestra ciudad sigue generando noticias ligadas a los sentimientos y a la fibra más íntima del futbolero de raza. Ese mismo que lloró en el Bosque cuando el “Diez” salió de la manga en el Juan Carmelo Zerillo. Sí, ese mismo.

Y justamente RicardoDíaz, “El Pollo” para todos lo que lo conocen en su querido Barrio 5 de Mayo, en Ensenada, tiene una de esas historias lindas para contar y Díaz, sin vueltas, le dio el puntapié inicial al diálogo con este diario de esta forma: “Mi fanatismo por Diego arrancó en el partido del Mundial 86’ contra Italia, yo estaba jugando en las infantiles del club “5 de Mayo” y habíamos ido al club Fátima y en la tele miramos todos el encuentro; salvando las distancias, siempre me quise parecer a él pero por sobre todas las cosas ser una buena persona, como él”.

Como cualquier chico en la década del 80 ‘ o los 90’, ver a Diego con la camiseta del Nápoli era algo común y para el Pollo Díaz, obviamente, también: “Cuando jugaba en Italia me levantaba temprano solo para verlo a él. Lo seguí en toda su carrera: Newell’s, Sevilla y cuando vino Boca, bueno fue increíble. Mi sueño siempre fue conocerlo, darle un abrazo y decirle cuanto lo quiero. El que es maradoniano, sabe de lo que hablo”.

A lo que agregó: “La semana que viene, si Dios quiere por ahí puedo ver una práctica de Gimnasia y podré cumplir mi sueño. Lo único que quiero es conocer al Dios del fútbol y tener una foto con él, tengo miles de cosas de Maradona, tengo un amigo con el que somos muy fanáticos, me regaló más de seiscientas fotos plastificadas de Diego; tengo varios llaveros, álbumes de figuritas, remeras, muñequitos, lo que haya salido de él, lo tengo”.

toda una vida junto a la redonda, su gran pasión

Díaz tuvo una historia junto a la pelota y de eso también nos contó: “En Estudiantes jugué hasta cuarta división. Después pasé a Cambaceres y a los cuatro partidos ya Alejo Santamaría me hizo debutar en Primera; jugué 12 partidos pero algunos temas familiares me hicieron dejar la actividad; después jugué en Fuerte Barragán”.

la historia de sus tatuajes

Las salidas en distintas radios, los mensajes interminables a su celular y las apariciones en TV fueron las cosas que le han pasado gracias a los tatuajes que lleva en su cuerpo y el fanático de Maradona comentó: “Sebastián Avila, que aparte de ser mi amigo, compañero mío en Astilleros Río Santiago, es mi tatuador, es el que me hizo todos los tatuajes de Diego. Arranque pagándole hasta que un día me dijo que no le pagara más, porque el es tan fanático de Maradona como yo y no le gustaba cobrarme”.

Y su relato respecto a los tatuajes sigue mostrando cosas interesantes para contar: “Tengo 10 tatuajes en el brazo, el más grande que ocupa toda mi espalda y tengo la firma de Maradona en la pierna. El tatuaje de la espalda tiene también algo particular: a Sebastián (el tatuador) se le ocurrió agregarle los soldados de Malvinas en homenaje y eso es algo que también lo hace único”, explicó Díaz.

Pareciera haber muchos Diego Maradona, el que se abrazó con Fidel Castro, el que insultó a los italianos en Roma cuando silbaban nuestro himno o ese que le cantaba tangos a “Doña Tota”, la famosa madre del “Diez”; Díaz al respecto dijo: “Desde la política Diego siempre se puso del lado de los pobres y los marginados, siempre defendió al pueblo, es el anti poder. Maradona siempre va estar del lado de la gente que no tiene voz, dice las cosas que la gente quiere decir y no la dejan, por eso lo banco a muerte”.

ni de uno ni del otro, solamente díaz es hincha de maradona

Por último el ex jugador de Defensores de Cambaceres relató lo fue su última semana en esta verdadera Maradona Manía que tiene con fiebre a todo el fútbol nacional: ”No soy ni de Gimnasia ni de Estudiantes, pero mi familia es tripera. He ido a muchos partidos del Lobo, es innegable que una parte de mi vida es de Gimnasia. Y cuando se estuvo por confirmar su llegada, ni lo dudé, fui y asocié a mi mujer y a mi hija. Estuve todo lo que hubo que estar para conseguir los carnets”.

Y así como arrancó, con sonrisas, se terminó una nueva charla acerca de lo que se originó con el arribo del Diez a nuestra ciudad.

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