Una universitaria precoz y una científica brillante

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Noemí Zaritzky nació en La Plata en febrero de 1951. Hizo libre primer grado inferior en la Escuela 11 y segundo año en el Normal 2. Entró a la carrera de ingeniería química con 16 recién cumplidos. Allí conoció a su futuro marido. Estudiaron juntos y se recibieron el mismo día. Siguen casados hasta hoy y tienen tres hijos y cuatro nietos. “Leí los programas de varias carreras -cuenta-, como química y bioquímica. Ingeniería química tuvo en 1960 sus primeros egresados. Yo ingresé en 1967 y me gustó. Eramos tres mujeres y cien hombres. Pero nunca me sentí discriminada. Tampoco en el mundo de la ciencia. Lo que sí es cierto es que en los cargos jerárquicos siguen siendo mayoría los hombres. Pero eso terminará dándose vuelta naturalmente”, proyecta, teniendo en cuenta que el 65% de los egresados universitarios son mujeres. Se recibió en la UNLP en 1971 y se doctoró en ciencias químicas en la UBA en 1985. Concursó para el Conicet y fue uno de los dos elegidos en el área de química. Becaria entre 1972 y 1976, ese año empezó la carrera de investigador. Desde 2007 es investigadora superior (máxima categoría). Profesora en Ingeniería, trabaja en el CIDCA, el instituto más importante del país en ingeniería de alimentos, tras ser su directora entre 2003 y 2016. Fue designada profesor emérito de la UNLP. Es la primera mujer miembro titular de la Academia de Ingeniería nacional y de la bonaerense. Y académica titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Galardonada como Investigador de la Nación y con el Premio Houssey Trayectoria 2015, entre muchos otros.

 

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