En Ringuelet, un grupo de chicos dejó puertas de calle sin picaporte

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“Desde hace más o menos dos meses, el barrio se puso muy ‘pesado’. Lo peor fue lo que le pasó al sodero acá a la vuelta, pero robos estamos teniendo día por medio”, le dijo “Pelusa”, vecino de la cuadra de 3 entre 518 y 519, a este diario.

Como muchos de los frentistas que habitan a ambos lados de esa calle, el hombre vivió gran parte de su vida allí. Y, asegura, “en el último tiempo hemos pasado de todo”.

Esa circunstancia los empujó a realizar una acción conjunta que se ve en la gran mayoría de los barrios de la Ciudad: juntarse entre ellos y formar un grupo de WhatsApp con el que se mantienen alerta y se avisan de cualquier eventualidad.

FUERON POR EL BRONCE

El jueves por la tarde, a Pelusa le sonó el teléfono. Era Brenda, una joven que vive a pocos metros. “Fijate que están robando los picaportes de las puertas, son cuatro nenes”, le advertía el mensaje.

“Vamos a ver porque seguro nos pasó también”, le dijo el hombre a su esposa.

Entonces se acercaron al monitor que muestra las imágenes de las cámaras de video apostadas en la entrada del inmueble, y los vieron en plena faena.

“Hacían palanca con una varilla metálica para arrancarlos de la puerta”, explicó Pelusa. Lo que más indignó a los damnificados, sin embargo, era que actuaban a plena luz del día. En esa línea, remarcaron que “eran las cinco de la tarde y esta es una calle muy transitada a toda hora, ya no les importa ni que los vean”.

El viernes siguiente, se juntaron entre los frentistas para hacer un recuento de daños. Por lo que pudieron recabar, al menos cinco casas padecieron el robo de picaportes. Ezequiel (29) fue uno de los golpeados. Su departamento y los dos linderos más una casa que está actualmente en venta, todas del lado impar, después hubo otros casos enfrente también, se detalló en el barrio.

Por otro lado, resaltaron que “se ven pocos patrulleros y en esta situación particular es peor porque si los agarran los tienen que soltar en el momento”.

UNA OLA DELICTIVA

La alarma vecinal la pusieron hace un mes. Tomaron la decisión después de sufrir una seguidilla de hechos delictivos que afectó sobre todo el área comprendida de 1 a 4 y de 516 a 520.

“En esta manzana ya les robaron a varios. Y hace poco en la esquina (por 3 y 518) a un muchacho le sacaron la moto y todo lo que tenía encima”, informó Pelusa.

“Ahora está medio peligroso”, contó Ezequiel (29). Su familia está “hace más de 30 años” en Ringuelet y, aseveró, “antes era tranquilo”.

Según lo manifestado por los vecinos, la problemática se intensificó cuando “abrieron la 516 en 1”. El paso es señalado coma una vía de acceso y escape rápido del barrio.

 

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