Alquileres, otro mercado que no escapa de la crisis

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Aquel sueño alentado por los jóvenes de comenzar a lograr la emancipación ante el hecho de abandonar la casa de los padres, para irse a vivir solo, parece ir quedando atrás en el tiempo, tal vez, como consecuencia de la crisis económica por la que atraviesa el país.

Que en el transcurso de los tres años últimos el nivel de ocupación de departamentos alquilados haya bajado un treinta por ciento, es , además, otro de los indicador de la difícil situación económica y de como golpea, especialmente, a la clase media.

Un informe recientemente publicado en este diario da cuenta de que mientras en 2016 era plena la ocupación de plazas dispuestas en alquiler en La Plata y la Región, hoy esa cifra es del 70 %.

Varios son los factores que según los involucrados en ese mercado -es decir, inquilinos, propietarios y operadores inmobiliarios- confluyen para terminar de marcar el preocupante escenario.

En primer lugar se habla del precio de los alquileres en relación a los sueldos promedios, pero sin olvidar la incidencia que, desde el año último, comenzó a tener el pago de servicios y de expensas. No son pocos los casos en los que las boletas de gas y de energía eléctrica, junto con lo que se abona por gastos comunes, llega a superar lo estipulado por el alquiler mensual.

Un registro realizado por la Federación Nacional de Inquilinos refleja que, históricamente, el alquiler representó el 25 por ciento de un salario promedio al tiempo que en la actualidad en líneas generales se tiene que destinar hasta el 50 por ciento de un sueldo para abonar el alquiler mensual.

Históricamente el mercado de los alquileres en La Plata tuvo una directa relación con la llegada de estudiantes universitarios desde el interior. Hoy, para escaparle a la malaria económica, es cada vez más importante el número de jóvenes que prefiere juntarse con otros para prorratear el costo de un alquiler.

La otra solución a la que se apela es a la de buscar propiedades alejadas del casco urbano ya que, se sabe, son más baratas, aunque ese menor costo muchas veces también viene acompañado por una merma en la calidad de los servicios, sobre todo cuando de transporte público se trata.

Finalmente, la tercera estrategia es la de regresar de manera temporaria a vivir a la casa paterna a fin de ahorrar en gastos.

Frente a esa realidad no hay muchas variantes que puedan ser utilizadas para apuntar a un repunte del mercado inmobiliario.

Ingenio, imaginación y esfuerzo son condimentos que todos, en mayor o menor medida, ponen en juego. Aunque la posibilidad cierta de volver a aspirar a un cien por ciento de ocupación de las propiedades en alquiler está directamente relacionado con la mejorar de la actividad económica en general, lo que debería redundar en un regreso a los promedios históricos de sueldos, alquileres y gastos de servicios.

 

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