Incidentes en la Destilería YPF que deben ser investigados

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Los dos principios de incendio que se registraron en las últimas semanas en la Destilería YPF no sólo generaron enorme inquietud entre los vecinos que, como es de suponer, pasaron momentos de zozobra hasta que ambas situaciones quedaron conjuradas, sino que merecen de las autoridades responsables la más rápida y profunda de las investigaciones para evitar estos episodios que, con toda razón, causan alarma en las ciudades de Ensenada, Berisso y La Plata, entre las que se encuentra emplazada la planta petroquímica.

Tan sólo para dimensionar el problema, convendría recordar lo ocurrido en abril del 2013 cuando un incendio de mayores proporciones se desató en el mismo predio y varias conocidas entidades ambientalistas denunciaron que ese siniestro, de no haberse sofocado a tiempo, podría haberse convertido en una catástrofe de incalculables consecuencias para las tres ciudades.

En cuanto al último de los principios de incendio ocurrido días atrás, voceros de YPF explicaron que todavía no se determinaron las causas. Si bien se había dado aviso a los distintos organismos que están en alerta frente a casos de emergencias con impacto en la comunidad, no hizo falta que entraran en acción, ya que fue sofocado por la brigada interna, sin solicitar refuerzos de cuarteles externos. Los trabajos demandaron 10 minutos hasta extinguir las llamas, según se indicó en la nota publicada ayer en este diario.

Respecto a las medidas desplegadas para mitigar el impacto, se aclaró que se activó el sistema de refrigeración y que se cumplieron con los procedimientos correspondientes frente a este tipo de emergencias. Ante la consulta se aclaró, asimismo, que no hubo heridos.

Cabe consignar que los vecinos reseñaron que el 18 de diciembre pasado un hecho similar sacudió la tranquilidad de la zona: ese día, una densa humareda se observó como consecuencia de otro incendio en el interior de la destilería de YPF, concretamente en el sector de la planta química. En aquella oportunidad, siempre en base a la versión que difundió YPF en sus redes sociales, también la brigada interna evitó que el siniestro pasara a mayores. Y si bien el fuego duró 15 minutos, a raíz de la combustión de los materiales químicos, una espesa humareda se pudo ver desde distintos puntos de la Región.

No se trata de ser alarmistas ni de abogar por el cierre de ninguna planta, sino tan solo de compatibilizar el funcionamiento de cada una de ellas con las pautas de seguridad y de respeto a la calidad del medio ambiente que son exigibles. Es también justo reconocer que la mayoría de las industrias del polo petroquímico han hecho grandes esfuerzos en este sentido. Pero, asimismo, debe advertirse que los controles deben ser tan eficaces como periódicos. Y se debe asegurar que frecuentemente se hagan los ajustes necesarios para acotar los riesgos propios de este tipo de producción.

Sin perjuicio de que estas plantas hayan fijado metas progresivas tendientes a eliminar problemas tales como la contaminación o la falta de seguridad industrial, estas situaciones merecen investigación y controles constantes por parte de las autoridades. No puede dejar de señalarse que es gravosa la deuda que la provincia de Buenos Aires tiene en materia de protección ambiental y de la debida fiscalización de este tipo de actividades, potencialmente peligrosas.

 

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